Orriols baja el telón de un año doloroso

Los de Javi Calleja afrontan su último encuentro en casa de un 2023 desolador, pero con la ilusión de conseguir una victoria que les sirva para limpiar los males sufridos en los últimos meses  

El equipo celebra el gol de Dani Gómez ante el Valladolid.

El equipo celebra el gol de Dani Gómez ante el Valladolid. / F. CALABUIG

Rafa Esteve

Rafa Esteve

La entrada a un nuevo año siempre será el momento de asumir desafíos, proponerse metas y darle la vuelta a situaciones tan comprometidas como difíciles de digerir. Es inevitable, a estar alturas, hacer balance de cómo han transcurrido los últimos 12 meses. Y en el Levante, a nadie se le escapa que el 2023 no será recordado por ser un año feliz. Más allá de instantes puntuales en los que la ilusión de subir a Primera División relució por su propio peso, el penalti de Asier Villalibre marcó un antes y un después como nunca antes se ha visto en la historia del fútbol español. De la gloria al drama en milésimas de segundo, desembocando en un desastre sin precedentes en el club después de tentar a la suerte. 

A lo mejor, el dolor fue mayor después de vivirlo en el lugar que es sinónimo para el levantinismo, pero los propios aficionados, que no saben lo que es dejar a su equipo de lado, esperan impacientes el encuentro contra el Huesca no solo para despedir un año doloroso, sino también para lograr tres puntos que cambien, definitivamente, la tendencia de los de Javi Calleja.

En una Segunda División que está siendo más apretada que nunca, el Levante es consciente de que si te despistas, o incluso si pestañeas, es imposible conservar un lugar de privilegio en la clasificación. En una Segunda División que está siendo más apretada que nunca, el Levante es consciente de que si te despistas, o incluso si pestañeas, es imposible conservar un lugar de privilegio en la tabla. En la duodécima posición, pero a tres de los playoff de ascenso a Primera División, ganar introduciría de nuevo al conjunto de Javi Calleja en la pomada de la promoción

El técnico, después de perder por lesión a Postigo y Kochorashvili, recupera a Ander Capa para enfrentarse a un Huesca que, en zona de descenso, busca darle continuidad a su triunfo ante el Ferrol asaltando el estadio de un candidato al ascenso. Ya lo hizo en La Romareda, pero Orriols quiere impedírselo y dejar atrás un año desolador sumando de tres