El colmo a una difícil semana

El equipo de José Luis Sánchez Vera empató en casa contra el Granada y sigue con el mal sabor de boca producido tras la Supercopa

Gabi Nunes marcó el primer gol granota.

Gabi Nunes marcó el primer gol granota. / LUD

Rafa Esteve

Rafa Esteve

El regreso a la Liga F, después de la abultada derrota en la final de la Supercopa de España y la salida de Mayra Ramírez al Chelsea, se postuló como una oportunidad de reencontrarse para el Levante. La competición doméstica, sin duda, refleja el nivel de una plantilla llamada a volver a hacer historia, pero es inevitable pensar que las levantinistas han entrado en una espiral de negatividad en la que no salen las cosas. Se notó en el empate del equipo de Sánchez Vera contra el Granada, en un partido que se complicó desde el inicio y que, pese a la reacción, terminó escapándose en los últimos minutos.

El Levante, de hecho, tuvo que remar a contracorriente desde prácticamente el inicio, ya que Laura Requena adelantó a las andaluzas con un disparo desde la frontal. Sin embargo, las granotas no cayeron en desánimo y, en un margen de siete minutos, Gabi Nunes primero, cabeceando en boca de gol un centro medido de Paula Tomás, y Alba Redondo después, habilitada tras un taconazo de la brasileña, le dieron la vuelta al luminoso.

Sin embargo, la insistencia en encontrar el gol de la tranquilidad, y las múltiples ocasiones sin materializar en la segunda mitad, terminaron afectando, además, con una dosis de infortunio considerable. A falta de cinco minutos para el final, un despeje de María Méndez impactó en Imade y, con Holmgren adelantada en su intento de hacerse con el esférico, finalizó en el fondo de las mallas. Frenazo en seco para un Levante que, pese a todo, aún conserva plaza europea.