Han sido dos años adversos para Iván López, plagados de reveses, peleando contra el calvario físico y el factor mental de no ver la luz. En el Pizjuán volvió, y este domingo apunta al once por el sancionado Pedro López; echará el resto para contribuir en el ascenso desde el campo.

¡Qué ganas tenía de sonreír!

Ha sido un tiempo bastante complicado, pero todo el trabajo tiene su recompensa y vuelvo a estar ahí, a entrenar, a estar a disposición del míster y estoy muy contento.

Han sido dos años muy complicados, un calvario que ha arrastrado de la fatídica temporada pasada.

Desde la rotura de clavícula ante el Villarreal hasta que enganché tres partiditos y me pasó lo del menisco. Cada vez que tenía que salir al terreno de juego, a los dos o tres encuentros se me cortaba la continuidad por una lesión u otra que no estaba en mis manos, por casualidades que me han tocado superar.

En su caso se refleja a la perfección lo importante que es la continuidad para aferrarse al equipo.

En el primer partido te encuentras bien, pero te falta esa chispita, al segundo vas mejor y a partir del tercero o cuarto vuelves a encontrar tu mejor rendimiento. Llevo un par de añitos que no encadeno cuatro encuentros consecutivos. Cuando no era por una cosa era por otra. A ver si de una vez por todas puedo dejar las lesiones a un lado, que es lo que más feliz me haría, y así estar a disposición del entrenador con continuidad y poder ayudar como a todos los jugadores más nos gusta.

Habrá escuchado en estos dos años lo de que Iván López es un lateral muy propenso a lesionarse. ¿Hasta qué grado mina la moral?

Tampoco afecta mucho porque las lesiones que me han pasado son cosas que no han estado en mis manos. No podía hacer otra cosa que afrontarlas con la mejor cara posible y sobreponerse a otra faceta del fútbol que no es tan bonita, pero que también hay que saber vivirla.

¿Le generó ansiedad?

Sí y es normal. Cuando te pasan tantas cosas piensas ¿y si no vuelvo a ser el que era? ¿y si las lesiones no me dejan? ¿y si la rodilla no vuelve a estar bien? Todas esas preguntas crean un poco de ansiedad. Son cosas que pasan por la mente, pero al final los que están a tu lado saben que vas a estar de vuelta, que saldrás adelante, y me han ayudado mucho. En estos momentos difíciles no se han ido de mi lado, incluso han estado más cerca de mí todavía.

¿Y el club también?

Por supuesto y jamás los había puesto en duda. Son un ejemplo, una familia, un apoyo importante.

Este calvario comenzó con la lesión de menisco tras el empate de la pasada temporada en San Sebastián y una de las pocas alegrías hasta el fatídico final. Seguro que la caída libre por aquel entonces, que tuvo que vivir desde un segundo plano, no le ayudó mucho en su recuperación.

Fue más difícil aún. Recuerdo que la lesión del menisco era una recuperación de dos meses y a las tres semanas ya estaba para entrar con el equipo, pero luego me pasó otra cosilla. Hubo cierto agobio a querer estar cuanto antes y ayudar, aunque era perjudicial. Solamente pensaba en contribuir a conseguir la salvación. Si hubiera pensado en mi salud no hubiese acelerado.

Desde su última aparición en Almería (9 de octubre) habrá disfrutado desde la grada viendo al equipo ampliar la distancia con sus perseguidores, con ganas de saltar al césped y formar parte de la dictadura.

En la grada he disfrutado. Ahora es otra mentalidad, una cara diferente, porque este equipo puede sacar muy buenos resultados.

¿Cómo le sentó que Tito no cerrara las puertas a la llegada de un lateral derecho en el mercado de invierno por las dudas que en ese momento generaba su recuperación?

Lo veía totalmente lógico. Sé cómo va el fútbol y si un jugador no rinde o sufre contratiempos puede venir otro y más en un club como el Levante. Me están apoyando, dando bastante cancha y lo que le transmití a Tito fue que quiero devolver esa confianza, porque ya me toca, porque llevo dos años que por unas cosas u otras, las lesiones no me dejan ser yo y ahí está esa ansiedad. Tengo ganas de decir que estoy aquí, que sigo siendo jugador.

Le tranquilizaría el mensaje de confianza del director deportivo.

No tengo ningún tipo de duda de Tito ni de nadie del club. Lo entendí perfectamente, sin reproches. Solamente tengo palabras de agradecimiento porque se están portando muy bien conmigo.

Le dijo el míster Muñiz que estaba blanco de no tomar el sol.

Fue una broma del míster porque en el gimnasio no se sale de la cueva y ya tenía ganas de volver al campo. Allí solo es muy aburrido. Las recuperaciones se hacen eternas. En el campo te diviertes, haces lo que te gusta. La alegría que te da eso no te la da otra cosa.

De fuera, los apoyos han sido muchísimos ¿Y del vestuario?

Todos han estado al pie del cañón para ayudarme. Estoy encantado con este equipo, con el apoyo que recibo día a día de esta familia.

¿Qué tal se sintió en el Pizjuán?

Bien, tenía muchas ganas de estar en un terreno de juego. Quizás un poquito falto de ritmo, pero eso se supera con algunos partidos más.

Lo mejor es que la rodilla derecha (se ha recuperado de un edema óseo en la meseta tibial) le respondió.

Eso es. La rodilla está muy bien y eso me da mucha alegría. Quiero volver a funcionar al cien por cien y aportar mi granito de arena en el objetivo que todos perseguimos.

El destino marca que su regreso al once sea ante el Elche, el rival de su primera presencia esta temporada, también arrancando en el once.

Sí, sí. Parece un ‘déjà vu’ poder volver contra ellos. Estoy a disposición del míster y él tomará la decisión definitiva. Ahora, a estar lo mejor posible, al cien por cien, por si tengo esa oportunidad.

El Elche es un equipo que no sabe si acabará peleando por lo promoción o tener que conformarse con evitar el descenso de categoría, ya que está a la misma distancia.

Es un partido muy peligroso. La dinámica del Elche no es la mejor, pero saben que vienen al campo del líder y eso genera un plus de motivación. Son buenos jugadores y seguro que querrán acercarse a los puestos de promoción de ascenso.

Por mucha distancia, la euforia sigue sin aparecer en el vestuario.

Por supuesto y ahora más que nunca en este tramo de la competición. No podemos mirar la clasificación porque estaríamos liquidados. Cualquier equipo de la categoría puede pintarte la cara, porque si te relajas y piensas que esto está hecho, vas para abajo rapidito

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Muñiz insiste que todos los rivales sacan su mejor versión ante el líder.

Cualquier equipo nos va a exigir