Moses Simon encendió el pasado sábado las alarmas cuando se retiró lesionado a los 43 minutos del partido entre el Nantes y el Dijon. En primera instancia cundió el temor por una posible lesión grave en su rodilla, de ahí que desde el Ciutat se haya estado muy encima de su evolución. No es para menos. A un solo gol de su traspaso obligado por 5 millones de euros, un contratiempo habría puesto en jaque la operación con la que el Levante UD va a poner a cero, incluso en positivo, la cuenta del fair-play, además sin necesidad de subastar a ningún jugador franquicia. El lastre que ha condicionado a los granotas en los dos últimos mercados tiene fecha de caducidad. No va a ser necesario apurar hasta junio porque con la venta de Cabaco y lo que se ha ido ingresando por Oier y Chema, a expensas de Deyverson y Camarasa, será suficiente.

Simon, que marcó en esa misma jugada, se marchó del campo tremendamente dolorido tras un choque contra el portero rival, Gomis, a la postre el peor parado, ya que él sí que se ha roto el ligamento cruzado posterior. Lo del nigeriano, por suerte, se ha quedado en un golpe. Su entrenador, Christian Gourcuff, le quitó importancia tras el partido a expensas de las pruebas médicas, pero aun así desde el Ciutat se contactó directamente con el jugador. Sigue doliéndole al doblar la rodilla, ya que la contusión es fuerte, pero las pruebas han salido bien. A expensas de si llegará al próximo partido, está descartada una lesión de larga duración. Volverá a tiempo de marcar su décimo tanto oficial.

La cesión de Moses al Nantes ha sido un éxito. Aunque también ha llegado a jugar de delantero, el extremo ha cumplido sobrado el primer requisito para su traspaso al llegar a 25 partidos. Le falta el segundo, aunque con independencia de que lo alcance, la idea del futbolista y el Nantes es renovar su contrato. «Me siento muy bien aquí. Mi decisión está tomada. Pero mi futuro no depende solo de mí. Es la directiva quien tomará la decisión», ha dicho Moses esta misma semana.

Su buena temporada no está pasando desapercibida en el mercado de fichajes. En Francia se especula con el interés de clubes como Newcastle, Herta Berlín o Lyon, por lo que al Nantes le interesa ejercer su opción tanto si es para quedárselo como para revenderlo. Así lo reconoció el propio Quico Catalán en su última comparecencia. «Si no se da de forma obligatoria, quizás de forma voluntaria. Y si no se hace este verano quizás tenga otra posición en el mercado diferente a la del verano pasado», dijo el presidente.

Sin hueco por el fair-play

Pese a que la temporada pasada no tuvo vuelo en el primer equipo, lo cierto es que el Levante estaba dispuesto a hacerle hueco deportivamente. Sin embargo, los números no cuadraban. Moses, entre ficha y amortización por los 3,6 millones de su traspaso, era uno de los jugadores más caros y los técnicos se vieron en la obligación de declararlo transferible. Su cesión, para más inri, casi se rompe por la crisis institucional del Nantes que le costó el puesto de entrenador a Halihodzic.

A finales del pasado año, Manolo Salvador lamentaba no haber tenido la oportunidad de testearlo. «En la posición de extremo, de jugador específico de banda, estamos bastante limitados. Por la temporada que está haciendo echas en falta haber conocido mejor en esa posición a Moses, que lo está haciendo muy bien en el Nantes. Con el sistema 4-4-2 o 4-3-3 en vez de con carrileros, seguramente daría mejor rendimiento», dijo el secretario técnico.