Bruno González fue una de las noticias más positivas del Levante antes del parón por el estado de alarma. Su irrupción en la parcela defensiva y rigor táctico supuso un plus de seguridad atrás ante la eterna búsqueda de un jugador de jerarquía para la retaguardia. Sin embargo, el tinerfeño tiene un secreto para ser un central que garantice un nivel que raye el notable siempre que pise un terreno de juego. Su fanatismo por el boxeo es un estímulo para cumplir sobre el verde.

El exfutbolista del Getafe sorprendió a todos sus seguidores en redes sociales cuando, al ser mencionado para hacer el viral reto de darle toques a un rollo de papel higiénico, en vez de hacerlo con los pies decidió guantear con el rollo. Y es que su vinculación con el deporte de las 16 cuerdas data desde que era pequeño. En su tierra, las Islas Canarias, existe una gran afición por el mencionado noble arte, ya que es uno de los puntos geográficos donde más seguimiento tiene a nivel nacional, pero el central emplea dicho deporte para fortalecerse en términos futbolísticos. Es su mejor medicina para lidiar con reveses profesionales, superarse día tras día, exigirse físicamente y no bajar los brazos mentalmente. Escenarios que vuelca en el fútbol independientemente de cuál sea su circunstancia profesional.

La prueba de ello está en cómo rindió, en su primera puesta en escena como granota, tras disputar tan solo dos partidos con el Getafe en LaLiga Santander esta temporada. Contra el Real Madrid, en el que fue su debut como levantinista, pese a medirse ante un equipo que pugnaba por situarse como primer clasificado de Primera División, realizó un encuentro inmaculado. Fue el mejor en el plano de despejes, de los mejores en duelos ganados, su influencia de juego se notó, también, en términos de distribución, y su equipo no encajó ningún tanto. Además, fue un quebradero de cabeza para Hazard y Benzema, al que le negó un gol cantado con una entrada de carácter providencial.

Desde entonces, su ubicación en el once de Paco López nunca ha estado en entredicho. Tal fue su impacto, que nadie le ha sacado de la alineación inicial. Pese a la larga inactividad en su anterior conjunto, el '18' levantinista aprovechó su momento y ahora su función sobre el verde es de gran consideración. Todo ello, gracias a lo que le aporta el boxeo en su rutina diaria. Ser fuerte de mente y cuerpo para responder, con la mayor de las garantías, cuando sus servicios técnicos y tácticos sean necesarios.