Conducción

Peugeot i-Cockpit, tecnología funcional para el futuro

La marca francesa lleva doce años proporcionando una nueva visión del puesto de conducción con soluciones innovadoras y fáciles de usar.

Xavier Pérez / Álex Soler

”No es compacto, es pequeño, pero muy útil”, mi amigo Manolo Doménech se pasó el último año de su vida diciéndome eso cada vez que hablábamos del primer i-Cockpit de la historia de Peugeot. Al principio era un comentario sobre algo que se nos hacía extraño por lo poco habitual, pero al final, ese “pequeño” se convirtió en uno de los mejores atributos de la apuesta tecnológica de la marca.

Conjunto de salpicadero, volante, tecnología y funcionalidad se unieron para formar una seña de identidad. Al final, Manolo, acabó reconociendo la practicidad y el universo de prestaciones y sensaciones que se abrían con este plateamiento de la marca del león.

Hoy, doce años después de esas primeras impresiones, el i-Cockpit de Peugeot se ha convertido no solo en algo habitual en el mercado sino en una de las mejores soluciones para un futuro que está llamando a la puerta. La marca no quiere renunciar a sus aciertos, y en los próximos años veremos volantes y desarrollos basados en la tecnología del i-Cockpit que harán de los modelos de Peugeot toda una referencia en el mercado. El Peugeot Inception marcará el camino del futuro del i-Cockpit. Sin duda.

La historia del i-Cockpit arrancó en 2010, con la presentación del concept car Peugeot SR1 en el Salón Internacional del Automóvil de Ginebra. Era un prototipo de coupé-cabriolet que presentó al mundo las nuevas ideas del estudio de diseño de Peugeot. Una de estas ideas fue un puesto de conducción revolucionario que dio la vuelta a los códigos tradicionales de diseño de interiores y ergonomía.

El i-Cockpit vió formalmente la luz en 2012 de la mano del Peugeot 208, y hoy es un icono de la marca. De hecho, no entenderemos la nueva Peugeot sin el i-Cockpit. Llegará con nuevos diseños y prestacioes, pero seguirá siendo, en esencia, esa solución que enamora.

En 2012 salió de fábrica el primer i-Cockpit, una innovación que provenía entonces de los prototipos mostrados años antes. Tras el 208 le llegó el turno al 3008, modelo con el que consiguió el premo The Car Of The Year en 2017 (galardón que se repetiría en 2020 con la nueva generación del 208, con el i-Cockpit como protagonista), luego aterrizaría en el 308 (2021) y el 408 (2022). Y el idilio continúa, ahora con los nuevos modelos de la gama, incluyendo el renovado 2008 el nuevo E-5008.

Unir salpicaderoconsola de infoentretenimiento y volante en un mismo concepto a tres niveles visuales podía dar vértigo en su inicio ante lo poco habitual, pero pronto se comprobó que era una de las mejores solcuones del mercado. Centrarse en la ergonomía y el confort de conducción, ofreciendo el mejor campo de visión del mercado iba a permitir reducir las distracciones al máximo, al tiempo que situaban al conductor como protagonista. Peugeot había dado en el clavo.

La idea de concentrar el máximo de atención en la conducción, con la mirada al frente, eliminando desplazar la vista a la pantalla de la consola central, es la clave del sistema i-Cockpit. La marca habla de amplificar emociones, y no les falta razón. Con las últimas aportaciones en el i-Cockpit, la idea cobra una nueva dimensión, sobre todo con la llegada de la visión 3D.

Hoy, todas estas propuestas están visibles en los nuevos Peugeot E-3008 y 5008, ofreciendo una pantalla curvada panorámica de 21 pulgadas. También estrena un nuevo volante compacto (o “pequeño” como diría Manolo) con controles táctiles, rediseñado para mejorar aún más las sensaciones de conducción y añade el confort de los i-Toggles (botones digitales) personalizables que ofrecen acceso rápido a 10 funciones favoritas

El nuevo i-Cockpit panorámico se une a una iluminación ambiental específica y programable, además de introducir nuevas funcionalidades como los servicios de Chat GPT que llegarán antes del verano... Aunque eso solo va a ser un primer paso para lo que nos viene en el futuro, algo que realmente sorprenderá.