Pudo ser para Rafa pero fue para Orestes. Un inesperado giro de los acontecimientos en Pasapalabra dio la codiciada victoria al burgalés, en una jornada en la que se alcanzó el bote más alto de la historia del concurso: 2.212.000 euros por acertar todas y cada una de las 25 palabras, que incluían principalmente vocabulario pero también preguntas culturales.

Venían de un empate en el último programa y la audiencia quería ganador. Este honor recayó sobre Orestes, que se atascó un poco en la parte intermedia de su primera vuelta pero después salió lanzado hacia la victoria con una racha impresionante de nueve aciertos seguidos que puso mucha presión a Rafa.

Rafa sabía la respuesta pero se quedó sin bote: "Qué fallo más tonto"

Aunque iba a remolque Rafa seguía confiando en remontar y ganar el programa. Mientras no acumulase fallos aspiraba al bote, pero todo se fue al traste con un error inesperado, pues se sabía la respuesta. "Recubrir un bizcocho, pastel u otro dulce con una capa de azúcar, almíbar o chocolate", era lo que se pedía en el 'contiene la Ñ'.

El andaluz dijo 'garrapiñar', pero era 'bañar'. Rafa se derrumbó y se llevó la mano a la cabeza al conocer la respuesta: "Ay la leche, claro. Qué fallo más tonto". Roberto Leal, aun así, explicó la diferencia: "Garrapiñar es bañar en un almíbar que forma grumos, es más como un caramelo". No se ajustaba al enunciado, que también daba la opción de emplear chocolate.

Victoria sufrida de Orestes en el rosco de Pasapalabra

Orestes hizo historia en Pasapalabra con un récord asombroso A3

El error de Rafa dejaba a Orestes como único candidato a llevarse el bote y también le dejaba con el triunfo en el programa visto para sentencia cuando llegó cerró una primera vuelta de 22 aciertos. Quería los 2.212.000 euros pero se topó con la 'M'. Roberto Leal le pedía 'manare', una cesta que se usa en Venezuela para separar el almidón de la yuca. "Iba a decirla en la primera vuelta", se lamentó el castellano.

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Este fallo daba una pequeña opción a Rafa, pero la desaprovechó al fallar también la 'F'. Lo peor es que también la sabía: "Ay, Dios". Pero Orestes le volvió a meter en la pelea al errar la pregunta deportiva de la 'V' que pedía a Visentini, ganador del Giro de Italia de 1986. Tras ello dejó pasar el tiempo con la 'I' para ponérselo difícil a su rival. Y la estrategia funcionó, ya que le obligó a arriesgar y se equivocó por tercera vez en la 'T'. Esta sí que no se la sabía. Ganó el burgalés con 22 respuestas buenas, dos malas y una sin jugar.