Opinión

Guedes es la explicación a Meriton

Es asombroso cómo hemos pasado de aquella sonrisa en el aeropuerto tras cerrar su fichaje a asumir que el Valencia no puede retener a estos cracks

Guedes celebra su gol con el Valencia CF ante el Athletic en Copa

Guedes celebra su gol con el Valencia CF ante el Athletic en Copa / JM Lopez

Es asombrosa la naturalidad con la que hemos asumido que el Valencia CF debe vender. Que ningún valencianista se extrañe si este verano se marcha Guedes y los recambios no son de garantías. Incluso, que en el pack, si finalmente no se entra en Europa League, Carlos Soler puede marcharse si Meriton decide aprovechar alguna oferta por uno de sus activos más importantes.

Toda Valencia está cruzando los dedos por ver a Gayà levantar la Copa el próximo 23 de abril por dos motivos: ganar un título y amortiguar el golpe de un mercado que podría volver a ser letal. Pero yendo al punto de partida sorprende que incluso ganando la Copa, la salida de Guedes se asuma con tanta tranquilidad. Después de algunos años de irregularidades y de intermitencia, el luso ha sido el jugador que podíamos imaginar en un buen número de partidos y genera cierta intranquilidad imaginar qué habría sido de esta temporada sin él. 

El punto de preocupación no es tanto una venta (gorda) y unos recambios low cost en el mercado pero de rendimiento sólido. Eso se ha hecho toda la vida. Tanto en Valencia como en Sevilla cómo en el Atlético. El problema es asumir que económicamente no te da y que seguramente el Valencia pierde en esa batalla en el mercado.

Mientras Mendes puede limpiar el camino para juntar a Guedes con Mourinho, sabiendo que el segundo cuidaría del primero, en Mestalla mi preocupación va a por otro lado. Tres temporadas seguidas en zona de nadie en LaLiga, el estadio a medio hacer y tener claro que, en el mejor de los casos y con una Copa bajo el brazo, el verano no te mejorará la plantilla. ¿Cómo ha llegado el Valencia a este punto? 

En definitiva, Guedes representa ese fichaje que llegó con Peter Lim mostrando sonrisa y con cierta pomposidad en el ambiente. El Valencia, con un buen fajo de billetes mediante, había firmado a un jugador del PSG. Descarte, sí, pero un jugador que ya había rendido cedido y que había enamorado a la afición y a Marcelino.

Era el punto álgido después de una nueva clasificación a Champions. Después se ganó la Copa, otro billete a la máxima competición y en un abrir y cerrar de ojos todo desapareció. Por eso Guedes es el jugador que explica a Meriton. De aquella escenografía de club poderoso al actual queda poco. Al menos, eso sí, La Bordaleta ha conectado con la grada, la plantilla tiene sacrificio y el 23 de abril se juega una final. No todo es negativo. Faltaría más.