Otro pequeño paso

Los ojos no se despegan del retrovisor viendo al Getafe de Bordalás y a la espera del Espanyol

Rubén Baraja y Carlos Marchena en el banquillo del Valencia en Mestalla

Rubén Baraja y Carlos Marchena en el banquillo del Valencia en Mestalla / JM LOPEZ

Rafa Marín

Rafa Marín

Valencia y Villarreal sumaron un punto que se queda corto para sus respectivos objetivos. Pero aun así, muy especialmente para los del Pipo, no deja de tratarse de otro pequeño paso. Mientras que para los groguets es adelante hacia Europa y atrás por la Champions, el estadio de Mestalla continuará abonado al sufrimiento. Los ojos no se despegan del retrovisor viendo venir al Getafe de Bordalás, además de a la espera de lo que haga el Espanyol en el Pizjuán. Y es que de menos a más, para no faltar a la costumbre, con el gol de Lino tras un fallo forzado de Parejo (y de Reina) se rescató un empate que fue el premio a la mentalidad de un Valencia que al menos supo a qué jugar. Setién se llevó el gato al agua en la primera parte pero el 0-1 de Jackson no llegó hasta la segunda y a partir de ahí los groguets se dedicaron a sestear y conformarse. La energía de los Javi Guerra, Diego López y a última hora Marí fue diferencial para bien de los de Baraja, al que hay que reconocerle el acierto de reenchufar al equipo sin que entrara en un intercambio de golpes que habría sido, seguro, mortal de necesidad para sus intereses. Esa resistencia que se hace presente en casa es la mejor arma para salvarse, aunque si las cosas no cambian fuera, las seis jornadas que faltan van a hacerse largas. Marcharse al parón con siete puntos de los últimos 12 y fuera del descenso, por más que sea por el golaveraje, tiene que servir para mantener la cabeza fría... En especial el míster, que a efectos de resultado sale más reforzado que herido de las rotaciones en Cádiz. 

Huelga

Esta vez no cometió ningún error de bulto pero aun así Gil Manzano pareció empeñado en complicarse un partido sencillo con un desmedido afán de protagonismo, amarilas gratuitas y pérdidas de tiempo que no se recuperaron. Ya ni son necesarias las polémicas del VAR para que se demuestre la necesidad de una profunda reflexión por parte del colectivo arbitral y Medina Cantalejo. Es algo sobre lo que no dice nada el comunicado del CTA con el que se amenaza veladamente con la huelga. Violencia nunca. Pero que acierten.

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