Revolución imberbe

La victoria del Valencia CF en Balaídos es, sin lugar a dudas, la victoria de una cantera que gana a la heroica, de forma épica, y en tiempo de crisis. Javi Guerra, Diego López y Alberto Marí se han forjado en el yunque de la adversidad, como se forjan los grandes equipos. Y los grandes jugadores. 20, 21 y 22 años. Frescura, descaro y desparpajo. Mucho fútbol y, sobre todo, muchas ganas. Su irrupción en Primera no es fruto de la casualidad. Su salto al primer equipo está avalado por el trabajo en una Academia valencianista que ha acudido al rescate de un equipo, hasta hace poco, en descenso. Alberto Marí sentenció, el pasado domingo, ante el RC Celta de Vigo. Javi Guerra anotó el gol de la victoria, hace unas jornadas, contra el Real Valladolid. Diego López asiste. Dos partidos, dos triunfos y seis puntos. Puntos de oro que saben a permanencia. Los chavales del filial piden paso. Y pisan fuerte. Asumen los galones. Sin miedo, con orgullo y con talento. Han llegado para quedarse. Y para salvar a un equipo desnortado hasta el fichaje de Rubén Baraja. El mérito es suyo, del técnico vallisoletano. Hay que ser muy valiente para apostar por un grupo de jóvenes imberbes, con ninguna experiencia en Primera, y en un momento tan delicado. A Baraja, en cambio, no le tiembla el pulso. El ‘Pipo’ camina con paso firme. Confía en ellos. En los que rinden. Sin importarle nada. Ni la edad. Golpe de timón. Chapó. Este equipo se salva. La permanencia está en Paterna. 

La afición de Mestalla también los quiere. Lo puso de manifiesto, ayer, en la encuesta de la semana de A Balón Parado, el programa de Levante TV que, en esta ocasión, contó con la participación de los redactores del periódico Superdeporte, Rafa Jarque, Pau Pardo y Manel Juan. El 94,1% de los telespectadores cree que Javi Guerra, Diego López o Alberto Marí, sin olvidar a Fran Pérez o Rubén Iranzo, tiene que seguir presentes en los planteamientos del técnico Rubén Baraja, de cara a la recta final de la temporada. El resto de los participantes, el 5,9%, apuesta por la veteranía en partidos como el que enfrentará, el próximo fin de semana, al Valencia CF y al Real Madrid. Por cierto, que tiemble el Madrid. Los jóvenes de Paterna aprietan. Y, en Mestalla, no los para nadie. Ni Vinicius ni Benzemá. 

Al margen de eso, unanimidad, también, entre los redactores de SUPER. Según Rafa Jarque, hay que dar continuidad a lo que está funcionando: «Los tres canteranos están respondiendo con creces. Baraja tiene que seguir confiando en ellos. Y, si así lo hace, el Valencia sacará esta situación adelante». Para Pau Pardo no es normal que unos chavales tan jóvenes sean capaces de responder con tanta contundencia y con tanto aplomo: «En condiciones normales, tendrían que ser los veteranos los que se comieran el ‘marrón’, pero muchos jugadores de la primera plantilla han demostrado que no están capacitados para revertir la situación» .«Estos canteranos -apuntó Manel Juan- han demostrado que están al nivel de Primera División. Están demostrando mucho más que algunos jugadores que llegaron al Valencia con la vitola de futbolistas contrastados, veteranos y con galones... Si los chavales están jugado bien, tienen que jugar». 

Lo de la afición de Mestalla, por otra parte, es espectacular. «Es una locura. Es la mejor afición de España», comentó Pau Pardo. Después de ver lo de Vigo, Elche, Cadiz o Almería, cualquier adjetivo calificativo se queda corto. Los seguidores blanquinegros son de otra pasta. No cabe duda. Que unos doscientos valientes suban a un autobús, se embarquen en un viaje de más de diez horas y recorran casi 2.000 kilómetros para ver ganar a su equipo, ya merece una permanencia. Y la merece, pese a la mala gestión económica y deportiva del propietario del club, Peter Lim, y sus secuaces. 

Por cierto, ayer se cumplió el primer aniversario de la publicación, por parte de SUPER, de los polémicos audios que provocaron la caída de Anil Murthy, el peor presidente del Valencia CF en toda su historia. Un bombazo informativo de cinco capítulos sin desperdicio. Periodismo en estado puro. Enhorabuena.

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