Llueve sobre mojado

El club no arriesga absolutamente nada apostando por la continuidad de Baraja

Rubén Baraja

Rubén Baraja / Francisco Calabuig

Dani Meroño

Dani Meroño

El Valencia CF esta semana ha cerrado una de las patatas calientes que tenía encima de la mesa: la elección del entrenador para la 23-24. Rubén Baraja seguirá siendo técnico valencianista en una operación que es, a todos los efectos, una jugada ganadora para Meriton.

Porque el club no arriesga absolutamente nada apostando por la continuidad de Baraja pues, a todas luces, es merecida después de conseguir la salvación. Nadie puede negarles la oportunidad al tándem Pipo-Marchena después del esfuerzo realizado por salvar al equipo a todos los niveles. Es por ello que la inercia de la campaña hacía que el club le ofreciera la renovación a la leyenda valencianista teniendo en cuenta que, aunque el juego del equipo ha sido muy mediocre en algunos partidos, Baraja ha sacado una media de puntos que habría salvado al equipo mucho antes de no haber apostado por Voro de manera errónea y precipitada. 

De ahí que aprovechar -o quemar- la figura del Pipo era la mejor opción teniendo en cuenta las ganas que tenía Baraja de llevar al Valencia CF comenzando la temporada desde cero y siendo la más asequible económicamente hablando. Un escudo infranqueable para un club que ha vivido del discurso del técnico vallisoletano durante las últimas semanas de campeonato. El club no tiene nada que perder puesto que si sale mal, lo destituirán y dirán que lo lógico era renovarle. Y, si sale bien, había “plena confianza” en su estilo viendo cómo salvó al equipo.

Pero Baraja no sale perdiendo tampoco. El técnico valencianista va a seguir entrenando a un grande -aunque no atraviese por su mejor momento para mí siempre lo será le pese a quien le pese- que de otra forma no podría hacerlo. No tenía ninguna oferta mejor que la del Valencia CF en cuanto a nivel de club, categoría o masa social y, además, entrenará al club de sus amores. Si le sale bien, seguirá siendo un héroe.

Si le sale mal, tampoco podemos achacarle mucho más viendo cómo le van a dejar el solar. ¿Será el nuevo Ayestarán? Esa es la gran pregunta que nos hacemos todos viendo cómo acabó ese experimento. Con el recuerdo aún de su etapa con e Rafa Benítez, llegó como ayudante de Neville pero ya con vistas de un posible relevo ante el más que pronosticado fracaso de Gary. Mejoró los números del amiguísimo inglés de Lim -cosa nada difícil- y salvó al equipo, ganándose Pako ‘Rolling Stone’ Ayestarán la continuidad ante la sorpresa de la plantilla. La broma duró 118 días después de su renovación y con el equipo colista en aquella temporada. Un año donde Voro cogió dos veces al Valencia CF antes y después de la salida de Cesare Prandelli, por cierto.

Pero claro, en aquella época el Valencia CF tenía director deportivo y/o director general. Desde Suso García Pitarch; pasando por la dupla Alexanco-Vicente; y acabando con la llegada de un Mateu Alemany que englobó todos los roles gestando el proyecto de Marcelino García Toral.

Pero ahora el club está más preocupado de gestionar el relato contratando un nuevo director de comunicación que de hacer lo propio con un director deportivo solvente o un director general que ponga orden. Importa más el qué dirán y cómo que una estructura seria. Toda la suerte del mundo a Rubén Baraja y Carlos Marchena que, nos gusten más o menos como técnicos, se han ganado el derecho de llevar al Valencia CF después de salvar al equipo del descenso, teniendo la oportunidad de iniciar un proyecto desde cero. ¿Les engañarán? ¿Les darán lo que piden? ¿Saldrán antes de que venza su contrato? Para empezar, lo van a renovar sin que Lim lo conozca o sin estar Lay hoon en la reunión por su continuidad; así como ejercer una sobrevalorada opción de compra por un jugador aludiendo a una «decisión de club» sin tan siquiera pedir la opinión al entrenador. Ojalá me equivoque pero llueve sobre mojado.

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