Baraja, El Elegido

El 'Pipo' se ha ganado la continuidad. De sobra. Con paciencia y con tesón. Es un hombre de ley

Ciudad deportiva de Paterna VLC SPD rueda de prensa de baraja entrenador del Valencia CF

Ciudad deportiva de Paterna VLC SPD rueda de prensa de baraja entrenador del Valencia CF / F. Calabuig

César Molins

César Molins

Lo mejor que ha hecho Peter Lim desde que aterrizó en València. Sin lugar a dudas. Y lo mejor, desde que tiene uso de razón futbolística. Si es que la tiene, claro. Lo avanzó el pasado viernes este periódico. En exclusiva. Y a falta de unos flecos. El técnico Rubén Baraja seguirá al frente del Valencia CF. Dos temporadas. Hasta junio de 2025. Merecido. Por primera vez en la era Meriton-Lim se impone la lógica, la cordura y el sentido común. El ‘trellat’, vamos. Baraja se ha ganado la continuidad. De sobra. Con paciencia y con tesón. Es un hombre de ley. De palabra. Y coherente. No engaña. Va de cara. Lo ha demostrado. Llegó a València para salvar a un equipo moribundo y lo resucitó. Su debut no fue halagüeño. Derrota en Getafe y mal presagio. Pese a ello, remontó el vuelo. 17 partidos le han bastado. Seis victorias, cuatro empates y siete derrotas valen una permanencia. Y una renovación. 22 puntos de 51 posibles. Decimosexto con 42 puntos. Podía haber sido mejor, seguro. Pero ha sido suficiente. Y eso, al fin y al cabo, es lo que vale.

El vallisoletano asumió la crítica situación del club. Desde el principio. Se remangó y se lanzó al barro. Sin miedo. Gattuso huyó del fango. Voro, ni se manchó. Baraja, hasta las cejas. Su compromiso con el club ha enganchado a una grada de Mestalla en constante divorcio con un magnate de Singapur, que dirige el club con mando a distancia. Recuperar a la afición ha sido su mayor logro. Y descubrir a tres chavales de la cantera, un éxito. Javi Guerra, Diego López y Alberto Marí han sentado a Hugo Duro, Cavani o Castillejo. El Pipo no se casa con nadie. Tiene personalidad. Y es valiente. Por eso se queda en València. Y en Primera. Aunque solo. Sin Marchena, que vuelve a su Sevilla natal. Baraja tendrá voz y voto en la confección de la plantilla. Suerte. Mucha suerte. Porque la va a necesitar. Meriton no es de fiar. Y Peter Lim, tampoco. Quedó claro, ayer, en la trigesimoséptima edición del programa de Levante TV, A Balón Parado. «La continuidad de Baraja es una buena noticia, pero cogida con pinzas», dijo el redactor Iván Carsí. «Buena noticia, porque Baraja sabe lo que es el Valencia, lo que se le exige y lo que le gusta a la afición de Mestalla. El problema es el de siempre.

En la ‘zona Meriton’ vivimos en la incógnita constante. No sabes qué proyecto deportivo vas a tener, que disponibilidad de fichajes vas a tener y, sobre todo, qué grado de implicación le vas a dar a Baraja». Trabajo tiene por delante el vallisoletano. Poco más de dos meses para confeccionar una plantilla de Primera. El reloj corre en contra. De momento, cuenta con el turco Cenk Özcakar, el primer fichaje 2023-2024. Buena incorporación, sí. Pero cara. Muy cara. Cinco millones de euros por un central, un despilfarro. Y una irresponsabilidad. Como todo lo que toca Lim. No está el club para dispendios. Y menos en defensa. Baraja quiere gol. Porque no tiene. Cavani, Marcos André y Hugo Duro lo intentan, pero no dan la talla. Apenas siete goles en la LaLiga. Entre los tres. Pobre, muy pobre, balance anotador. «El Valencia debería haber enfocado una inversión de cinco millones de euros, quizá, en perfiles como el de un extremo, que marque diferencias, o un pivote. Invertirlos en un central de 22 años, en pleno apogeo de la producción de centrales dentro de Paterna… chirría un poco». Lo comentó Pau Pardo.