Mestalla resiste

A los recién aterrizados aún les sorprende la lealtad de la afición del Valencia

El autobús del Valencia, en su llegada a Mestalla

El autobús del Valencia, en su llegada a Mestalla / SD

Joan Carles Martí

Joan Carles Martí

Si el Valencia gana al Sevilla, y los de Mendilibar plantan cara al City, significa que los de Baraja pueden ganar al todopoderoso equipo de Guardiola. Pero no hay regla de tres en fútbol, una pena. Aunque aún existe la sorpresa en un partido, como ocurrió en el Pizjuán. Otra cosa es una liga donde se impone la regularidad para conseguir los objetivos, y en este Valencia no son otros que salvar la categoría.

El pueblo de Mestalla lo sabe y ayer vivió el primero de su particular temporada, que tal como pinta la cosa será una montaña rusa de juego y resultados. Sin embargo, a los recién aterrizados en la filosofía blanquinegra todavía les sorprende la lealtad de la afición del Valencia, que no es inquebrantable y se resiente poco a poco, pero aún se mantiene viva por un afecto ancestral, ahora más por el apego a una forma de entender el entorno que a los iniciales lazos familiares. 

Como la familia es un invento de los notarios y el registro de la propiedad de la iglesia, la simpatía a unos colores balompédicos es una de las pocas adscripciones libres que quedan, pese a la presión mediática y la invasión de criaturas uniformadas de bipartidismo por las calles. Cierto que ahora se puede ser aficionado del Inter de Miami o del Al-Nassr FC sin saber el nombre del estadio de los de Florida o Riad.

Incluso pese al conocido aforismo, también se puede cambiar de equipo, por múltiples razones, y aunque pocos, ya conozco algunos que culpan a Peter Lim de su deslealtad. Por eso los legítimos representantes del pueblo de Mestalla son los que esta temporada han vuelto a renovar el abono un año más, sabiendo como está el percal. Los cerca de 35.000 socios merecen el máximo respeto desde Singapur, de Tebas y Rubiales. Y por supuesto de Catalá, Mazón y Goirigolzarri.

El pueblo de Mestalla es plural y diverso, afortunadamente, pero por primera vez en mucho tiempo es consciente que sus posibilidades de supervivencia pasan por amplios consensos colectivos, porque por fin desconfía de predicadores. Lo que era una simple motivación deportiva se ha convertido en una personalidad que pocos equipos europeos pueden exhibir, en una época donde el eje futbolístico se está inclinando hacia las monarquías sauditas y Estados Unidos, después del intento fallido de la expansión al sudeste asiático.

Además, por circunstancias sobrevenidas y contra todo pronóstico, todavía habita en el viejo coliseo, en una especie de resistencia saguntina contra el fútbol moderno, y mostrando al mundo el esqueleto de un estadio como ejemplo de intemperie del negocio rápido.

A poco más de diez días del cierre del mercado, la plantilla de Baraja puede cambiar poco, lo que está muy claro es que mucho antes que los jugadores actuales, de su equipo técnico y de Lim, Mestalla sigue siendo uno de los mejores escenarios de nuestro presente.

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