Ni distinto ni mejor

Se agradece la voluntad pero hacen falta explicaciones y más si es con un 1-4 entre ilusión y obligación

Pablo Sánchez en el palco del Levante

Pablo Sánchez en el palco del Levante / F. Calabuig

Rafa Marín

Rafa Marín

Seguro que está muy lejos de la bienvenida que le habría gustado a Danvila, que se estrenó con un 1-4 en el Ciutat ante un Espanyol que demostró la diferencia entre un equipo con la obligación de ascender y otro con la ilusión de hacerlo. Los pericos hicieron lo que el Levante no supo la temporada pasada ni con Nafti ni tampoco con Calleja y al dejarse las costuras al aire alimentaron las dudas de la parroquia. Dudas que se mantienen en el campo y que van a más en los despachos porque el tiempo pasa y sigue sin estar claro si puede hablarse o no de inversión.

Aunque la voluntad se agradece, el proyecto tenían que haber salido a explicarlo los responsables, que para eso estaban ya y saben mejor que nadie lo que hay y lo que se proponen hacer. Este ‘nuevo’ Levante se parece demasiado al que había y encima está por demostrarse que las diferencias sean a mejor. Pero bueno, a los cien días de cortesía les falta para consumirse. Así que ánimo, a los de los despachos y a los del campo. Y a pelear por subir. No es la bala de oro pero hay que aprovecharla.

Alerta

Queda mucha temporada, pero Baraja continúa acertando con cada uno de sus pasos. Al haber forzado a que el club verbalizara que el objetivo es salvarse, aunque fuese con una puesta en escena que no era la que tocaba, de momento ha logrado durante una semana que el foco no esté puesto en el equipo. Es su gran reto, la paz en Mestalla, si bien eso es del todo imposible porque una cosa es cerrar filas para no bajar a Segunda y otra apaciguar los ánimos en contra de la gestión. El tema en todo caso pasa también porque el foco esté puesto en los políticos, conscientes de que el Pipo no va a alinearlos pero sí de que ya deben ir calentando.

Garantía

No es el perfil ni el nombre y aun así supone una apuesta de rendimiento. Pacheta, nuevo técnico del Villarreal, es un míster con carisma de puertas para adentro que a poco que se lo proponga mejorarará la discutida etapa de Setién. Está obligado, eso sí, a arrancar desde atrás. Pero desde ya, y para todo el club, mejor si solamente se mira hacia delante.

Suscríbete para seguir leyendo