Sin ropa en el armario

Por desgracia ya no pedimos que el Valencia esté de moda o se vista con prendas de lujo

Los valencianistas celebran un gol

Los valencianistas celebran un gol / EFE

Dani Meroño

Dani Meroño

¿No os pasa que uno de los peores momentos del año es cuando hay que cambiar la ropa del armario? Esos días en los que hay que pasar del calor al frío -o viceversa- casi sin digerirlo y donde en casa debes tener ropa suficiente, al menos, hasta que lleguen las rebajas para comprar de nuevo. Prendas que no te vienen, otras que no te gustan y algunas que te quieres poner pero ya no se llevan. A veces te pilla el toro y pasas frío, otras te pasas de frenada y tienes calor. Y con algunas, directamente, haces el ridículo. Pues es un poco lo que le pasa un Valencia CF que, si de algo carece, es de fondo de armario para estos meses de transición al invierno.

El problema que tiene esta plantilla no es de voluntad -ni tampoco en muchos casos de calidad-, sino de efectivos. La dirección deportiva ha confeccionado una plantilla corta y con poca profundidad, algo que quizás muchos no ven ahora pero que según vaya transcurriendo la temporada van a ir notando. Ayer percibimos algunos detalles y solo estamos en la jornada cinco de campeonato. 

Mucho nos sorprendió a todos el cambio de Guerra por Guillamón tras marcar ese golazo. Puede parecer extraño pero la única explicación que encuentro es que el Pipo tiene miedo a que al joven talento no le quede gasolina para el miércoles. Quizás llegara algo pronto pero para mí el error no es tanto cambiarlo sino que el sustituto -Hugo Guillamón- no ofreció ninguna solución. Sigue sin estar en su mejor versión y no aportó apenas solidez en el terreno de juego. Pero llega a un punto en que ya no es ni culpa suya. Ahora os explico.

Porque cuando uno llega a hacer el cambio de armario, necesita tener ropa para poder hacerlo. Pasar de verano a invierno o viceversa, solo es posible si vas renovando el vestuario según tus necesidades. Hay ropa que usas, otra que no y alguna que ya no te viene. Por eso es importante tener un buen fondo de armario para poder ir correctamente vestido y no pasar frío ni calor y, a poder ser, ir decente. El Valencia CF no tiene futbolistas para no pasar frío ni calor. Cuando se tapa una zona, descubre otra. Y si encima el outfit no le viene bien, peor aún.

Son los pocos recursos que tiene Baraja cuando mira al banquillo. No tiene apenas alternativas sobre las que maniobrar o hacer virar un partido. Entre lesiones y mala planificación no tiene jugadores diferenciales o que agiten el partido y, el único que tenía -Sergi Canós-, está lesionado. El sábado había diez futbolistas en el banquillo de los cuales dos eran porteros y de los otros ocho restantes había cinco del Valencia CF Mestalla con apenas minutos en la élite. Los otros tres eran Guillamón, Amallah y Cenk. Seguramente a ilusión -y a alguno en calidad- nadie podrá ganar a los chavales del filial pero, en un equipo serio, al menos deberías albergar más experiencia en el banco y jugadores que revolucionen partidos para poder cambiar el signo; o con oficio y puedan retener una victoria para tu equipo. No fue así. 

No obstante pongo en valor un punto que, en otro contexto, habrías perdido. Este encuentro en otras temporadas lo hubieras palmado sí o sí. Pero este equipo no se rinde y si algo tiene es que se vacía en el campo con mayor o menor acierto. Un punto más; un partido menos.  

Por desgracia ya no pedimos que el Valencia CF esté de moda, que vista fashion o que tenga prendas de lujo. Solo que lo haga correctamente, acorde al tiempo que haga y sin tener que ponerse ropa de talla pequeña o demasiado grande.

Eso sí, espero que cuando llegue la época de compras, de rebajas, de cambio a temperatura en el mercado invernal , el club asuma esa mala planificación y dote al equipo de Rubén Baraja de recursos y prendas para afrontar lo que resta de temporada con garantías. Otro error como el del año pasado puede condenar a un equipo que, no nos engañemos, se deja la vida en el campo pero va a sufrir según vayan pasando las jornadas a nivel físico. Solo había que ver cómo algunos jugadores acababan ‘tiesos’ el partido por el desgaste a todos los niveles. Porque cuando no tienes fondo de armario, lo más normal es que vistas mal y, sea como fuere, este Valencia CF no es precisamente ni chic ni prêt-à-porter.

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