Soy del Valencia CF por encima de todo: el convenio es bueno para mi club

Que el Valencia y el ayuntamiento firmen el famoso convenio es importante y es positivo. Es quizá la noticia más relevante de los últimos tiempos; aunque tengo claro que no todo el mundo piensa igual. Antes de seguir querría decir dos cosas que me parecen de importancia. La primera es que sé que me voy a salir por completo de la línea editorial de este periódico. Y la segunda es que mi director, Rafa Marín, me ha pedido que escriba lo que siento y lo que pienso, sin tener en cuenta ni por un momento lo que a él podría gustarle que escribiera. Ni qué decir tiene que tal forma de proceder es de esas cosas que hacen a este medio aún más grande.

El Valencia es el Valencia, y Meriton es Meriton. Y por más que se quiera insistir, no son lo mismo ni nunca lo van a ser. Tomar la parte por el todo puede ser tentador, y hasta tener cierta lógica, pero no puede valer. Los ‘privilegios’ que consiga el club con la firma del nuevo convenio, que gratis no nos va a salir, serán para el Valencia y para nadie más. No serán para Peter Lim, no se irán a su bolsillo, no los guardará en un cajón de su despacho en Singapur. Es algo bueno para nosotros, para el valencianismo, aunque el dueño sea todo lo que queramos llamarle y más.

Agradezco que algunos se hayan quitado definitivamente la careta y hablen sin tapujos de un cambio de promotor. De un gran negocio de muchos millones de euros. De ganar dinero a costa del Valencia. Se ha hecho con disimulo meses atrás pero ahora no. Ya no. Aquí ya se va a tumba abierta. ¿Y sabemos la razón? Pues es muy simple: que el dinero para acabar el campo ya existe. Se llama 85 millones de CVC, más los 30 y pico de Atitlán y más el resto, el cual tiene distintos interesados para su financiación, como por ejemplo CaixaBank. Ya nadie se tiene que rascar el bolsillo, ya nadie debe ponerlos de su bolsillo. ¿Pero de verdad creen que engañan a alguien?

La guerra contra Meriton no se gana como se está planteando. Lo he dicho muchas veces y desde hace mucho tiempo. Por este pensamiento siempre hay que aguantar insultos y menosprecios porque, entre otras cosas, nadie se para a pensar que pueda ser efectivamente así. Estamos poniendo a parir a Marí Olano y, por extensión, a María José Catalá; y no puedo estar más en desacuerdo con tal postura. ¿Quieres a Lim fuera de aquí? Siéntate con él, o con quien quiera que sea su representante para este tipo de asuntos, y negocia. Eso o pon el dinero que Lim quiera por sus acciones y firma todos los compromisos pendientes que tenga el club: campo, deuda… La guerra se gana así, porque no hay otra forma.

El trabajo hecho por SUPER es importante y ha llevado su tiempo; me consta. Y esto es así porque Rafa Marín, sin decirme nada, me ha hecho alguna que otra pregunta estos meses que a posteriori he ido hilando con diversos temas. Ya lo explicó él mismo antes de empezar a publicar toda la información: «es un trabajo del que, como ocurrió con los audios, habrá quien opine y sin que le falte razón que en esencia no destapa nada realmente nuevo o que no se intuyese». Tengo mi propia opinión sobre algunos aspectos de la cuestión, pero eso no es lo importante. Al final siempre todo queda en manos y mente del lector, como debe ser.

Yo sólo, como me ha pedido mi director, digo lo que pienso y lo que siento. Y lo que pienso y lo que siento es que algunos partidos políticos están intentando aprovecharse del Valencia para sacar tajada. Y que algunos personajes alrededor del club buscan meter la cuchara para ver qué parte del pastel pueden llevarse aunque sea tocando de oído. Lo que pienso y lo que veo es que el Valencia da igual, que nadie lo ayuda, que todo lo que se hace desde el club está mal visto y aún peor considerado. Y que cosas que ha mantenido la entidad desde hace meses y que no habían sido tenidas en consideración ahora resulta que son tal cual aquel las expuso. Pienso y siento que la guerra contra Peter Lim no se gana insultando al que piensa distinto o señalando al que te dice una verdad que no quieres escuchar, o amenazando al que abiertamente dice que sólo quiere ayudar al Valencia.

Porque lo vuelvo a repetir: no me tapo, no me escondo y me da igual lo que piense nadie. Yo hablo con el Valencia, pues claro que hablo, y le pido con sinceridad que me diga en qué puedo echar una mano, en cómo puedo ayudar. Sin más. Y es lo mismo que le digo a Baraja desde hace muchos meses. Porque lo importante es eso y nada más. Al menos para mí, que tampoco quiero yo convencer a nadie de nada, porque entiendo que cada uno vive el valencianismo como mejor puede.

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