Jaume siempre gana y eso es buena señal

Jaume Doménech durante el Arosa - Valencia CF

Jaume Doménech durante el Arosa - Valencia CF / SD

Pablo Leiva

Pablo Leiva

Antes de entrar a hablar de Jaume Doménech tengo que reconocer que yo era bastante de Ryan y no tanto de Jaume. Lo asumo. Cuando el australiano llegó al Valencia lo imaginaba como el portero perfecto para disfrutar durante años y ver cómo Jaume le comía la tostada, en parte también por las lesiones, me generó un poco de tristeza por el meta de los Socceroos. Pero con el tiempo, Jaume me ha ido convenciendo. No como el portero titular del Valencia. O sí, depende del momento. Pero lo cierto es que Jaume ha ido generándome esa sensación de figura que responde cuando se le necesita, que no genera mal ambiente cuando no juega y que es el mejor ejemplo de ‘sumar en un vestuario’. Y en un equipo como este, donde además Baraja ha demostrado estar contento con su papel, Jaume merece vivir momentos como los del Arosa. Un partido a priori tranquilo pero que todo el mundo sabe que él va a vivir como una final de Champions. Y en parte eso es su éxito. No da una jugada por perdida, le mete un poco de ‘show’ a partidos que son aburridísimos y nos obliga a todos a estar conectados. Se me ocurren pocas cosas más que pedirle a Jaume Doménech. Más aún cuando es una de las imágenes del último título del Valencia CF. Con él bajo palos en esta Copa del Rey, el equipo puede estar muy tranquilo. Y no significa que no pueda cometer algún error. Porque fallar es humano. Pero con Jaume su profesionalidad está fuera de dudas. 

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