REUMATOLOGÍA

Las enfermedades reumáticas también afectan a la piel: estos son los síntomas de alerta

Las enfermedades inmunomediadas son patologías reumáticas en las que las manifestaciones cutáneas resultan muy frecuentes

Así afectan las enfermedades reumáticas a la piel

Así afectan las enfermedades reumáticas a la piel / Racool Studio. Freepik.

Cuando escuchamos o leemos sobre

nuestro pensamiento se dirige a imágenes de dolor, deformaciones de huesos, problemas de movilidad… Pero lo cierto hay otro tipo de sintomatología menos conocida que sufren algunos pacientes reumáticos: las afecciones cutáneas. 

Y es que, dentro de las patologías reumáticas, estás las enfermedades inmunomediadas que son, en su mayoría, patologías sistémicas en las cuales las manifestaciones cutáneas resultan muy frecuentes a lo largo de la evolución. 

Las molestias en la piel que ocasionan estas enfermedades son “muy variadas y afectan principalmente a pacientes con artritis psoriásica, lupus eritematoso sistémico, esclerodermia, dermatomiositis y vasculitis, entre otras”, explica la doctora Sagrario Bustabad, presidenta de la Sociedad Española de Reumatología (SER).

Las manifestaciones cutáneas de las enfermedades inmunomediadas son frecuentes.

Las manifestaciones cutáneas de las enfermedades inmunomediadas son frecuentes. / Haley Otman.

Principales síntomas cutáneos de las enfermedades reumáticas

Los especialistas en reumatología señalan que las manifestaciones cutáneas que se observan en pacientes con enfermedades reumáticas, aunque desconocidas, son muy variadas. Entre las más habituales los expertos señalan: 

  • “Rash” cutáneos (erupciones) no pruriginosos
  • Lesiones urticariformes (aparición de ronchas).
  • Lesiones fotosensibles, como el eritema en alas de mariposa característico del lupus eritematoso sistémico. 
  • Las placas descamativas que produce la psoriasis. 
  • Nódulos subcutáneos (eritema nodoso o nódulos reumatoides).
  • Lesiones eritematosas puntiformes (petequias).
Algunas patologías reumáticas provocan alopecia.

Algunas patologías reumáticas provocan alopecia. / Freepik.

  • Pérdida de cabello (alopecia).
  • Picor en la piel (prurito).
  • Piel seca (xerosis).
  • Endurecimiento de la piel de los dedos de las manos o de los pies (esclerodactilia).
  • Cambio de coloración de las manos con el frío, síntoma propio de la enfermedad de Raynaud.
  • Úlceras en cavidad oral o en los genitales. 

Respecto a todos estos síntomas en la piel, la doctora Bustabad insiste en “la importancia de hacer un buen diagnóstico diferencial y tratamiento dirigido”. 

La carga emocional de sufrir síntomas cutáneos

La importancia de estos síntomas puede ser esencial para los pacientes reumáticos ya que pueden tener un gran impacto emocional en ellos. Por eso, la presidenta de la SER insiste en la necesidad de “hablar con los pacientes para saber cómo esta afectación de la piel genera un impacto en su vida diaria, ya que muchos pacientes ven limitadas algunas de sus actividades, en parte, por la carga emocional que supone el aspecto estético”. 

En muchas ocasiones, los pacientes diagnosticados de alguna de las enfermedades inmunomediadas que sufren síntomas en la piel deben contar también con la ayuda de un especialista en dermatología

Eritema en mariposa en lupus sistémico

Eritema en mariposa en lupus sistémico. / Imagen: Doktorinternet

“La salud y bienestar de los pacientes con este diagnóstico es importante abordarlo con un tratamiento específico, y donde el diagnóstico, le permita seguir con su ritmo de vida. En ocasiones, para los pacientes no es fácil de llevarlo, por eso es clave que los especialistas les aportemos ese vínculo de ayuda emocional donde se puedan sentir respaldados”, explica la presidenta de la Academia Española de Dermatología y Venereología y de la Fundación Piel Sana, la doctora Yolanda Gilaberte.

La colaboración entre reumatología y dermatología, así como el intercambio de conocimiento y la formación conjunta de ambos especialistas resulta fundamental-

No solo para mejorar las habilidades con el fin de ofrecer a los pacientes la mejor atención médica posible, sino para facilitar un diagnóstico más temprano, el mejor tratamiento disponible en función de las características del paciente y un seguimiento adecuado para conseguir el control de la enfermedad y el mantenimiento de la calidad de vida de estas personas. 

En opinión de la doctora Bustabad, señala que la colaboración entre estas dos especialidades resulta fundamental, ya que permite que “miremos la enfermedad desde el punto de vista de la otra. De manera que los reumatólogos nos acercaremos más a las manifestaciones cutáneas de estas enfermedades y, nuestros compañeros dermatólogos, a las articulares e inmunológicas”.