Finalmente los peores pronósticos se cumplieron para el Valencia Basket con la lesión de Viacheslav Kravtsov. El pívot ucraniano tuvo que retirarse el martes del partido de la Eurocup ante el Khimki tras lesionarse en el pie izquierdo después de una mala caída. Tras la exploración radiológica a la que fue sometido, finalmente y como ya se esperaba se le diagnosticó una fractura en el quinto metatarsiano del pie izquierdo, así como un esguince en el tobillo izquierdo.
El pívot taronja, que el miércoles fue examinado nuevamente en el Hospital Intermutual de Levante, será operado este viernes en este mismo recinto por el doctor José Ramón Pérez del Valle. Kravtsov, por tanto, se pierde lo que resta de temporada y, como ya anunció el mismo martes Pedro Martínez, obligará al club en los próximos días a buscar otro pívot en el mercado. «Me sabe mal por el chico si se confirma la gravedad. Para la Eurocup no podemos fichar pero para la ACB sí. El equipo se queda ahí cojo en la pintura. Una vez se confirme la lesión veremos que hacemos», comentó.
Pues bien, una vez confirmada la lesión el Valencia Basket está ya manos a la obra. Pese a que toda la planta noble del club se encuentra estos días en Moscú, incluido el directo deportivo, Chechu Mulero, eso no ha impedido que haya comenzado la búsqueda de un jugador de garantías en el mercado. De momento, Mulero tiene varios ofrecimientos sobre la mesa. La urgencia es relativa ya que el fichaje sólo podrá actuar en ACB, por lo que esperarán a encontrar un pívot que aporte cosas al equipo.
En este sentido, hay dos opciones que, llegado el caso, pudieran tener opciones. Una es la de Luis Scola. El argentino acaba de ser cortado por los Brooklyn Nets y se plantea volver a Europa tras diez campañas en la NBA. A punto de cumplir los 37 años podría ser una buena oportunidad si su llegada encaja en el presupuesto. Lo malo es que cuenta ya con cuatro ofertas de Euroliga. La otra es de nuevo la del norteamericano Jarnell Stokes, ahora sin equipo y que nunca ha jugado en Europa. Además, su altura (2,03 metros) es también un handicap en comparación con Kravtsov.
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