La Agrupación Deportiva Alcorcón arrancó la jornada 14 como colíder de Segunda, con los mismos puntos que el GranadAgrupación Deportiva Alcorcón a, por delante de gigantes capaces de multiplicar por cinco su presupuesto -como Málaga, Depor o UD Las Palmas- e históricos como Cádiz, Osasuna, Real Oviedo, Sporting, Zaragoza o Mallorca. El conjunto alfarero se ha colado en la zona a la que aspiran una docena de equipos esta temporada, una de las más potentes de la historia de la categoría. En un contexto de máxima igualdad y guerra de guerrillas sobre el campo, el bloque que dirige Cristóbal Parralo se ha convertido en una de las sensaciones de la temporada en el marco de LaLiga. Sus números son tremendos: nueve jornadas con portería a cero, sólo seis goles encajados (ninguno durante la primera parte), ocho victorias, tres empates y sólo dos derrotas, ante Málaga y Tenerife (3-2), el único adversario ante el que se ha descosido. El mejor arranque del Alcorcón en la división del plata desde su ascenso en 2010 tiene como protagonistas a entrenador y jugadores. «Hemos formado una buena plantilla, un gran equipo, donde el grupo es más importante que cualquier jugador». La clave procede de su director deportivo, David Navarro. El ex central de Valencia y Levante es una de las figuras imprescindibles en la revelación de este primer tercio de campeonato.

Guardia alta, humildad, sacrificio y ambición. El Alcorcón sólo tiene el foco en el partido que juega cada jornada (este domingo, ante el Elche) y no le da vueltas a las estadísticas. «Llevamos dos años sufriendo, salvándonos en la última jornada y este año pensar en play-off o en el ascenso directo sería un error, sería un mensaje equivocado. El grupo está pensando en los 50 puntos, tenemos 27 y nos quedan 23 por conseguir lo antes posible. Después es cuando habrá que ser ambiciosos, pero no hay que confundir a la afición ni al vestuario. La salvación es el objetivo del club», refuerza el director deportivo.Disfrutando en los despachos

David Navarro (38 años) colgó las botas en diciembre de 2017, después de completar temporada y media en el Alcorcón. No tenía pensado retirarse, pero le quebró el paso una lesión en la espalda: «Tuve que estar durante tres o cuatro meses infiltrándome para poder entrenar, estaba sufriendo, no estaba disfrutando y decidí poner punto final». Tenía el título de entrenador, pero le salió la oportunidad de seguir en el club, dentro de la secretaría técnica como scouting. «No lo tenía pensando, pero me gustó...ver jugadores, ver partidos, seguir la trayectoria del futbolista», describe Navarro. Con la salida de Julio Velázquez, el director deportivo (Miguel Ángel Baltanás) también se marchó al Udinese y el club le ofreció ese puesto. No dudó. El salto era importante, pero aceptó consciente de la responsabilidad. «El equipo depende de ti, debes formarlo, tienes un presupuesto y todo debe funcionar. De momento están saliendo las cosas bien, me está gustando, pero estoy preparado porque los malos momentos vendrán. David tiene claros sus valores: «Cuando pones corazón, cuando también pones cabeza en el trabajo y las cosas no salen tan bien, no te pueden echar cosas en cara». Está creciendo, está aprendiendo y está ganando.

Campeón con el Valencia, apuesta de Rafa Benítez, hombre fuerte en el Mallorca, pilar sólido en el Levante de Juan Ignacio...David Navarro ha vivido un poco de todo en el fútbol: «Tantos partidos, tantos entrenamientos, tantos entrenadores y tantos compañeros son una ventaja, ayuda bastante a la hora de analizar las cualidades de un jugador, resulta más fácil. También te puedes equivocar porque nadie tiene una varita mágica».Lo máximo con lo mínimo

El Alcorcón es el cuarto equipo por la cola por presupuesto. Su límite salarial sufrió un recorte de un millón y pico de euros hasta dejarlo en una cantidad sobre los cinco y confeccionar la plantilla no fue sencilllo. La merma les obligó a encajar muy bien las piezas. Un rompecabezas confeccionado desde una premisa muy clara: «Somos un club humilde, con una estructura organizada, pero pequeña, y sabemos que la clave del Alcorcón es la unión del grupo. No nos vale un jugador diez en el campo, pero cinco en el vestuario. Nos fijamos en ese criterio y buscamos un tipo de jugador muy sacrificado, muy humilde y muy solidario con el compañero». Por supuesto, la calidad es necesaria. El bloque de Cristóbal domina en las áreas. Tiene el sistema defensivo más sólido y tiene pegada. Juan Muñoz está entre los máximos goleadores de la categoría -ocho goles- y Marco Sangalli entre los mejores asistentes, pero desde el punta hasta el portero, todos atacan y todos se sacrifican. Sufren juntos. «Nos han ofrecido futbolistas que eran mejores en el apartado individual, pero podían dar algún problema y los hemos descartado porque cuidamos mucho el apartado personal», insiste Navarro. Mandan las personas. El mercado es muy distinto para un club como el Alcorcón. La brecha se siente, incluso dentro de LaLiga 1|2|3. «Esa es la realidad, los clubes más humildes no podemos cargar con una ficha de medio millón de euros como hacen otros. No podemos acceder a ello y tenemos que pensar como invertir. Por eso, me repito, la unión del grupo es más fuerte que cualquier jugador».

El ritmo es distinto, hay menos espacios, no hay tanto talento individual capaz de marcar la diferencia y las claves competitivas son distintas en Segunda. «En Primera se busca más la calidad individual, pero da igual la categoría...al final depende de la forma de ver el fútbol o de organizar una plantilla, yo soy partidario de tener un vestuario fuerte. Como jugador he sufrido buenos momentos y otros no tan buenos, cuando se hace piña, los jugadores se sacrifican, se ayudan entre ellos en los momentos malos. Puede que esa sea la diferencia con otras temporadas», David analiza desde su experiencia. El discurso coincide con el de otros clubes pequeños que han dado el salto, como Eibar, Leganés o el Levante de hace unos años.

Continuidad en madurez

Con una media de edad próxima a los 29 años, el Alcorcón tiene una de las plantillas más expertas de LaLiga 1|2|3 y ha sumado a veteranos como Jaime Gavilán, Héctor Rodas o Víctor Casadesús. «La amistad ha hecho que puedan venir, pero han fichado porque pueden aportar. Aquí manda lo profesional», refuerza. En las últimas semanas ha renovado a dos veteranos como Albert Dorca (35 años) y David Fernández (33 años) con una consigna: «Cuando una cosa funciona hay que mantenerla. Nos estamos anticipando al mercado, hay que renovar a toda esa base que está competiendo. En los próximos días habrá más». El Alcorcón mezcla experiencia y juventud, cicatrices y ganas de crecer. Es otro pilar maestro para David Navarro: «Hemos conseguido que los jóvenes sean humildes y trabajen para dar el 100% y que los veteranos compitan con hambre de victoria partido tras partido. Combinar eso es difícil y las cosas están saliendo bien».

«Cristóbal es muy trabajador, ha sumado todo lo que nos hacía falta»

El Alcorcón ha recuperado el espíritu que le ha llevado a asentarse en la división de plata. Después de dos temporadas sufriendo, el equipo ha dado un salto, por bloque, por mentalidad, por dirección, por pizarra. Ese ejercicio de fútbol al límite ha fortalecido al grupo. «Saber sufrir en el fútbol de hoy en día, con tanta igualdad, es fundamental como valor... el equipo está organizado, sabe correr, sabe pasar momentos delicados y sabe parar el partido. Todo eso, otros años no lo hemos conseguido y nos ha pasado factura. Este año hemos dado un paso de gigante en ese otro fútbol que también es competir», analiza David Navarro. El director deportivo subraya el impacto de Cristóbal Parralo y el compromiso de la plantilla. Navarro sabe muy bien lo que dice: «Hace seis meses formaba parte de ese vestuario y sabía qué se necesitaba, sabía que hacía falta un entrenador que pudiera sacar máximo rendimiento a los jugadores».

Cristóbal pasó unos meses en el Depor, sin éxito. Cogió el equipo, pero no pudo cambiar la dinámica de descenso. Pese a todo, David no apostó a ciegas: «Hizo muy buenas campañas en el filial del Depor, ascendió al Fabril a Segunda B y lo puso líder, cuando estuvo en el primer equipo no le salieron bien las cosas, pero la información que tenía de dentro del vestuario (preguntó a jugadores que lo habían tenido) confirmaba todos los informes que me habían pasado... que era tácticamente muy bueno, muy trabajador y que buscaba la unión del grupo, que es lo que le hacía falta a este equipo». Navarro se está moviendo con paso firme. El míster podía renovar por clasificación, pero ya lo ha blindado con una temporada más. El inicio ha sido el mejor aval.De Anquela a Bordalás. Eliminó al Madrid en Copa y ha rozado el ascenso

Madrid

«Ha habido años donde se han hecho muy bien las cosas... el club tiene esa esencia de competir bien». David Navarro jugó en el Alcorcón y conoce el club, el que más temporadas consecutivas acumula en Segunda junto al Numancia. Sobre esa identidad, que se ha perdido en los últimos años, busca su 'Alcorconazo'. El equipo saltó a la fama en 2009, cuando eliminó el Real Madrid de Pellegrini de la Copa del Rey goleando en Santo Domingo (4-0) y resistiendo en el Bernabéu. Iñigo López, Nagore, Rubén Sanz, Sergio Mora, Ernesto o Borja Pérez hicieron historia. El guía fue Anquela, el míster que logró el ascenso de Segunda B a Segunda esa misma campaña. El míster rozó el segundo 'Alcorconazo' de la historia en 2012, cuando sólo un gol les separó del ascenso a Primera en la final del play-off ante el Valladolid. Desde entonces se han sucedido jugadores y entrenadores importantes (con Bordalás también llegaron a una promoción), con una idea de juego que ahora ha recuperado Cristóbal. En el verano de 2013 sufrieron grandes problemas económicos y el club fue vendido al belga Roland Duchatelet, que llegó con ideas interesantes pero no ha invertido. David Navarro busca un milagro.