El 4-0 cosechado frente a Osasuna no fue un festín más. Tampoco una goleada cualquiera en Mestalla. Con el paso de los años, aquella victoria frente al tradicional rival rojillo acabó siendo el sello de la clasificación del Valencia CF para tres ediciones consecutivas de la Liga de Campeones. Un hecho que no ha vuelto a suceder desde entonces y que el Valencia actual todavía tiene la posibilidad de alcanzar. El conjunto de Unai Emery, quien poco después se marcharía sin renovar al Spartak de Moscú, certificó un lugar entre los cuatro primeros de la Liga en una jornada 20 aplazada a principios de mayo por causa de la huelga de jugadores que retrasó el inicio de la Liga. El sorprendente Levante de Juan Ignacio había perdido ante un Zaragoza en apuros, quedándose así a una distancia inalcanzable tras los tres puntos sumados contra los navarros. Al final del torneo el Valencia volvería a obtener la tercera plaza por delante de otro equipo revelación, el Málaga.

El 2 de mayo de 2012 el Valencia dio un paso definitivo con su victoria ante Osasuna (4-0) en una jornada propicia por las derrotas de sus perseguidores en un encuentro en que los navarros jugaron todo el segundo tiempo con diez por la expulsión de Lekic. El triunfo local, fraguado con todos los goles en el último cuarto de hora, se registró tras un primer tiempo en el que el Valencia fue mejor, pero también después de una primera media hora de la segunda parte en la que Osasuna supo manejar el partido y poner nerviosos a los de Unai.

El equipo valenciano sólo se hizo con el choque cuando marcó el 1-0 y a partir de entonces, con un hombre más y con espacios, no tuvo problemas para golear a un rival que todavía no estaba fuera de la lucha por Europa. El Valencia llevó la iniciativa durante todo el primer acto. Trenzó buenas jugadas de ataque e impuso su fútbol ante Osasuna, pero le costó crear ocasiones de peligro, ya que sus constantes penetraciones por las bandas acabaron en centros casi siempre ventajosos para la defensa del equipo navarro.

Con esa dinámica avanzó el partido hacia el descanso, hasta que en el minuto 41, una penetración de Barragán propició la mejor opción del Valencia, pero Soldado no la supo resolver aunque remató desde muy cerca de la portería de Andrés Fernández. Poco después, un enfrentamiento entre Rami y Lekic se resolvió con una amarilla para cada jugador y a continuación, justo cuando el árbitro pitó el descanso, Lekic se aproximó a Rami y este cayó al suelo. González González le mostró la roja directa.

Nino quedó como principal referencia en ataque en Osasuna, con la ayuda de Raúl García, para jugar con un 4-3-2, mientras que en el Valencia no salió Soldado y entró Aduriz para torpedear el muro atrás de los visitantes. Cuando más espeso estaba el Valencia, una jugada bien trenzada por el costado izquierdo acabó en el 1-0 merced a un buen cabezazo de Aduriz a centro de Jordi Alba.

El partido cambió. A Osasuna le hacía falta marcar y el Valencia era consciente de que tenía que aprovechar sus espacios a la contra. Una salida de Aduriz acabó en un pase a Pablo y en el 2-0 que marcó Jonas. De inmediato Aduriz y Jonas repitieron como goleadores rematando un choque condicionado por la superioridad, pero que valió para colocar de nuevo al Valencia tercero en una liga ingobernable por encima de Barcelona y Real Madrid. Los blancos levantaron el título del curso 11/12 con 100 puntos en su casillero.