El Valencia CF La derrota con el Betis resultó un golpe de realidad para un equipo que colecciona cifras preocupantes, más allá del primer balance a realizar con el cierre del mercado y el primer descanso de la Liga por los partidos internacionales. El botín es de siete de 15 puntos posible, pero las sensaciones son todavía peores. En especial, las que tienen que ver con la calidad futbolística.

A excepción de lo hecho en el Reale Arena hace ocho días, el Valencia no se ha sentido dominador ante ningún otro adversario. Los cinco rivales, incluida la Real, han superado en posesión del esférico y número de remates a los jóvenes pupilos de Javi Gracia. La ausencia de refuerzos que reemplacen piezas esenciales en el Valencia del pasado reciente ha dificultado al entrenador la regeneración de una columna vertebral en un bloque que dependía excesivamente de hombres como Ezequiel Garay, Dani Parejo y Rodrigo Moreno en la gestación de las jugadas desde la defensa hasta el ataque.

La dependencia de Maxi Gómez

El técnico se reafirmó en que la construcción debe partir de atrás hacia delante, desde la solidez en defensa, pero tras el 0-2 con el Betis de Canales y Fekir Gracia tampoco duerme tranquilo con la escasa producción ofensiva de su Valencia. Por primera vez el equipo, que depende en exceso de la puntería de Maxi Gómez, se quedó también sin gol. «Ha sido un partido con espacios y posibilidades para combinar con los pivotes, pero no se ha traducido en ocasiones ni en ser profundos. Hay que buscar la manera de ser más dañinos, este ha sido el primer partido en que no hemos marcado y era una de nuestras características, que la habíamos mantenido con mejor o peor resultado», analizaba Gracia tras el repaso del Betis de Pellegrini. «Hay que mejorar desde la defensa, que es lo que nos dio la opción de ganar a la Real y mejorar nuestras opciones de gol», continuó.

Lo cierto es que en pocos días, motivado también por la escasez de plantilla para dosificar esfuerzos, el Valencia ha involucionado desde el viejo Anoeta a Mestalla. El Betis fracturó sin problemas las líneas defensivas que cuatro días antes habían impedido a los donostiarras acercarse con verdadero peligro a la portería de Jaume Domènech. En su propio feudo los blanquinegros volvieron a ser frágiles, perdiendo además lo que los había tenido en pie en este arranque, la pegada en juego directo y la efectividad de Maxi en las pocas ocasiones de las que ha podido disponer.

El Valencia sufre un fallo sistémico. De tipo general. En defensa, medio campo y ataque. A lo largo de cinco partidos ha concedido 87 remates a sus rivales, lo que ha hecho de Jaume el jugador más eficiente del equipo en los primeros 450 minutos de Liga, tiempo en el que se ha convertido además en el portero con más paradas de la competición. Por ello, con más de 20 por partido, no es casualidad que los defensas valencianistas sean los que más despejes realizan tras los del Elche y el Celta. Los de Gracia son un equipo desbordado. Hay mucho trabajo que hacer en este parón por selecciones antes de viajar a Vila-real.

Por supuesto, en el hecho de conceder tanto en lo defensivo, influye directamente la incapacidad de los mediocentros que han quedado en la plantilla para controlar el juego. No existe un organizador puro a disposición de Gracia. La salida de balón está siendo una de las grandes taras en este comienzo de temporada 2020/21. Ahí el Valencia añora a Dani Parejo, quien es ya el futbolista con más pases completados del torneo. El primer blanquinegro en este ranking es Daniel Wass en el undécimo lugar. Y hasta una decena de equipos contabilizan un mayor número de pases clave en cada jornada.

Se necesita a Kang In y Soler para hacer de Rodrigo

Frente al Betis, por ejemplo, el único pase decisivo lo hizo Guedes al filo del descanso. No hubo nada más, lo más parecido un servicio de Kang In a Wass para un disparo lejano del danés. Precisamente, el surcoreano es el único con dos asistencia de gol en su haber en los 230 minutos que ha jugado, aunque una de ellas llegó a balón parado. El saque de esquina que cabeceó a gol Gabriel Paulista en el Derbi. Las combinaciones y las acciones de desborde se han reducido alarmantemente en la vertiente ofensiva de un Valencia que sufre la carencia de todo el aporte que daba en este sentido Rodrigo Moreno. En la vuelta de Soler puede estar parte de la solución.

Sin conexiones suficientes, quienes más se resienten son los delanteros, aislados, desasistidos por norma general, pese a la capacidad de Maxi de aprovechar prácticamente todo lo que cae en sus botas cerca del arco rival. La producción de remates totales y a puerta para un equipo de la entidad del Valencia es mucho menos de la que se le presupone. Hoy, por debajo de más de diez conjuntos de la Liga en estos aspectos.