En tierra de nadie (2-1)

El Valencia regresa a su versión mediocre y cae en Mendizorroza ante un Deportivo Alavés que llevaba 99 días sin conocer la victoria

Loum celebra su gol frente al Valencia

Loum celebra su gol frente al Valencia / L. Rico

Vicent Chilet

Vicent Chilet

En tierra de nadie, en la llamada zona Meriton de la media tabla, el Valencia se encalla en la clasificación después de caer en un duelo decepcionante contra el Deportivo Alavés, que acumulaba 99 desérticos días sin conocer la victoria. El equipo de José Bordalás, contra un rival muy desesperado, ofreció una versión alejada de la fiereza y eficacia mostradas en Copa contra el Athletic Club. Con la vuelta de las semifinales a tres semanas vista, al equipo blanquinegro le asiste la obligación de reaccionar, porque quedan jornadas más que suficientes, 14, para no hundirse en la mediocridad.

El riesgo de la desconexión tras el esfuerzo físico y mental de San Mamés se detectó en el primer minuto de juego. Una prolongación de Joselu Mato que deja solo a Loum ante Mamardashvili. El centrocampista senegalés pegó a romper pero el guardameta georgiano, que se había medio vencido al lado contrario, sacó poderoso el brazo derecho para despejar un gol seguro. Un aviso suficiente para despertar todos los sentidos, que continuaron grises como la camiseta. Mendizorroza se metía en el partido, siempre es un estadio entusiasta por mucho que no llevaba sin ver ganar a su equipo desde el 11 de noviembre (2-1 al Levante UD). El Valencia reaccionó con incorporaciones de Yunus Musah que acababan en saques de esquina inanes, y fue Guedes en el minuto 10 el que más cerca estuvo de abrir el marcador. El portugués arrancó en seco para irse de dos marcadores y buscar su perfil de remate preferido, esquinado al palo largo. Pacheco se lució en la estirada.

Si el Valencia acumuló continuos córners, el Alavés solo necesitó uno para adelantarse en el marcador. Era el minuto 13 y el saque al primer palo de Jason fue cabeceado en un prodigioso giro de cuello al poste contrario por Escalante. Mamardashvili volvió a sacar el brazo derecho pero Loum cazó el rechace para marcar el 1-0. La apariencia dominadora del Valencia era estéril, con una superioridad en la posesión en la que se sentía incómodo y que le hacía ser previsible. Un intento de Carlos Soler desde el medio campo y un disparo de Marcos André fue el único bagaje ofensivo hasta el descanso.

Triple cambio en el descanso

El encuentro tenía que virar su rumbo de forma radical. Por ese motivo Bordalás sacó a tres jugadores de una tacada. Maxi Gómez, Hugo Duro y Bryan Gil como sinónimos de mayor agresividad y concreción en ataque. Y el Valencia empezó a atacar con otro brío, con más convicción. Laguardia cortaba una escapada de Guedes y Bryan comenzaba a mandar centros y ganar regates. Fue así como se internó en el área en el 60 para provocar el penalti por unas manos ingenuas de Jason. Guedes ejecutaba la pena máxima con maestría, muy esquinado, imposible para un Pacheco que había adivinado la dirección.

La igualada fue un aldabonazo para el Alavés, que despertó con furia, metiendo al Valencia en el área con jugadas embarulladas y reclamaciones de penalti, que elevaron el griterío en Mendizorroza. El empate era un fracaso para ambos y el duelo se convirtió de ida y vuelta, con una mayor sensación de peligro también en los visitantes. Una moneda al aire que cayó del lado babazorro, en un penalti con poca discusión de Musah sobre Escalante. Joselu, el ariete deseado por el Valencia ejecutaba con carrera corta y devolvía al Valencia a su callejón. El Alavés se defendió con solvencia de unos últimos intentos que fueron más desesperados que peligrosos.

Ficha técnica interactiva del Alavés - Valencia