El Valencia logra vitamina para comerse al Athletic Club

El equipo se quita la soga del cuello en LaLiga y gana más que tres puntos. El triunfo es una liberación y una inyección de confianza de cara a la Copa y al tramo final de temporada

Los jugadores del Valencia celebran la victoria frente al Mallorca.

Los jugadores del Valencia celebran la victoria frente al Mallorca. / CATI CLADERA

Andrés García

Andrés García

Había que ganar por lo civil o por lo criminal y el Valencia lo hizo. Siete partidos en LaLiga sin ganar eran muchos. Tantos que se había generado en el vestuario un clima de tensión y de dudas, como reconoció el propio Gabriel Paulista al final del encuentro, que alimentaba el pesimismo y la preocupación. El equipo necesitaba más que nunca una victoria para recuperar la moral y la autoestima perdida y este sábado lo consiguió en Palma sin fútbol, pero con el oficio que siempre reclamó el entrenador. Son más que tres puntos. Es una liberación y un inyección de confianza de cara al tramo final de la temporada y, sobre todo, directamente para la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey que se disputarán el miércoles en Mestalla. El Valencia se ha quitado la soga del cuello en LaLiga, respira en la clasificación y llega reforzado al partido más importante del año. El Athletic, desde este sábado, lo tiene un poco más difícil. 

El partido fue un suplicio, feo y gris como el equipaje, pero la resaca no puede ser más positiva. El Valencia corta una peligrosa racha de 2 de 21 puntos que le había convertido en un equipo de la zona media de la tabla y había reducido considerablemente sus aspiraciones europeas. La séptima plaza continúa estando igual de difícil, pero ya no es imposible. El gran triunfo en Palma es que el equipo volvió a sentirse ganador. Es una victoria revitalizante. El Valencia no sumaba los tres puntos desde el derbi del 20 de diciembre contra el Levante. Ya tocaba. 

Otra de las lecturas positivas que deja la victoria por la mínima de Mallorca es la portería a cero. Solo lo ha conseguido siete veces esta temporada y eso es pecado para un equipo de Bordalás. Había que remontarse al mes de noviembre en el Reale Arena para encontrar el último precedente lejos de Mestalla.

Por un día se frenó la hemorragia defensiva y eso es motivo de celebración en el vestuario. Como el regreso triunfal de un líder como es Paulista. Su jerarquía y su experiencia puede valer su peso en oro en esta recta final del campeonato. 

Mallorca señala el camino para el miércoles. Al menos a nivel defensivo y táctico. Bordalás volvió a la defensa de tres centrales, la apuesta funcionó y no se descarta que tenga continuidad en Copa. Guedes y Guillamón encima descansaron. Solo falta que se recupere Gayà. El Valencia vuelve a creer en sí mismo. Es el valor que tiene volver a ganar.