CONTRACRÓNICA

El título se marchó ‘por los aires’

Un penalti de Yunus por encima del larguero fue el epílogo de una final que no mereció perder ni el conjunto de José Bordalás ni sus aficionados

El penalti de Yunus Musah se marcha por encima del larguero

El penalti de Yunus Musah se marcha por encima del larguero / JM López

Pablo Leiva

Pablo Leiva

El plan de partido siempre fue según lo previsto. Y eso casi siempre es una buena noticia. Incluso con el gol de Borja Iglesias la sensación era que, a un gol de distancia, el Valencia CF todavía estaba dentro de la final. Y así fue. El equipo de Bordalás encontró el camino al empate gracias a un ‘globito’ de Hugo Duro. Una obra de arte que ponía un contexto perfecto. El Betis sabiendo que en transiciones podía tener problemas y la afición valencianista con los suyos apretando desde el césped. El partido tenía mini-partidos a cada palmo del rectángulo. Borja Iglesias pegándose con los centrales, Soler ayudando a Foulquier con Moreno, Hugo e Ilaix tratando de frenar a Fekir y Canales por dentro y Mamardashvili listo cuando hacía falta.

El inicio de la segunda parte fue perfecto. El Valencia se encontró mucho más cómodo de lo que había estado en los primeros 45 minutos. Sin embargo, el Betis tenía las más claras -dos palos y una mano sensacional de Giorgi y el conjunto de Bordalás se queda siempre a un ‘ui’ de poner a algún jugador mano a mano con Bravo. Tras el desgaste los dos equipos llegaron ‘muertos’ a la prórroga. Foulquier, Fekir, Canales, Alderete... Muchos acabaron en el suelo pidiendo ayuda y con calambres. El esfuerzo del césped se percibía en la grada y ahí entró en juego el cruce de gritos entre aficiones. Ambas ejemplares. Las dos miraron atentas a Hernández Hernández con Gayà y Joaquín. El resultado: el Valencia tiraba primero. El Betis lanzaba en ‘su lado’. El resto fue historia. Yunus Musah falló y la novena se marchó con ese balón por encima del larguero.