Obligados a sacar la calculadora en el mercado

Vender antes del 30 de junio es obligatorio para el Valencia CF. Las cuentas anuales que presentó el club ya mostraron una situación económica muy delicada, en ellas se presupuestaron ventas netas por valor de 37,7 millones para dar unas pérdidas de 36,5. A pesar de ello, José Bordalás confesó en sala de prensa que la cifra que el club le había comunicado que había de recaudar vendiendo futbolistas estaba entre los 65 y los 70 millones de euros. Con algo más de un mes de margen para conseguirlo, el club saca la calculadora teniendo en cuenta las amortizaciones restantes en algunos de los jugadores que están en la rampa de salida.

Dos nombres emergen por encima del resto en el apartado de salidas. Ellos son Jasper Cillessen y Gonçalo Guedes. Aunque no son los únicos que pueden abandonar Mestalla, sí son dos jugadores cuyo ciclo como valencianistas parece caduco. En primer lugar, la venta del portero por una cifra capaz de reducir esos 65 ‘kilos’ se antoja francamente complicado. El mercado de los guardametas no es precisamente el más caro, Cillessen supera la treintena (33) y, para más inri, le quedan 7 millones por amortizar. Cualquier acuerdo por debajo de esta cantidad supondrá pérdidas y aumentará esta necesidad.

Por lo que respecta a Guedes, es el nombre con más proyección de mercado de toda la plantilla, su excelente temporada le ha revalorizado (por ejemplo Transfermarkt señala que ha pasado de valer 25 a 40 millones) y está bien visto en la liga que más caro compra: la Premier League. Además, Jorge Mendes es su representante. En contra tiene que el precio que se pagó acarrea todavía una amortización de 13,3 millones y que, además, se estipuló una cláusula de futura venta del 20 por cien del traspaso. Con esto, suponiendo que el Valencia hiciese una operación valorada en esos 40 ‘kilos’, tendría que darle 8 al PSG y restar los 13,3, dando lugar a una venta neta de 18,8.

Este escenario señala que el Valencia, aún cerrando dos buenas ventas en este contexto del mercado por el portugués y el neerlandés, seguirá teniendo que efectuar ventas. Aquí cobran importancia otros nombres. En primer lugar, los jugadores salidos de la cantera tienen la ventaja de que al no haber pagado un traspaso por ellos, no tienen amortización y su venta es neta. Carlos Soler y José Luis Gayà son las piezas más cotizadas en el mercado, además de Yunus Musah, que llegó en categoría juvenil.

A partir de aquí, en la plantilla hay otros jugadores que podrían abandonar la disciplina valencianista este verano. Algunos con una amortización más baja y otros más elevada. En el grupo de los segundos está Maxi Gómez, por el que se pagó 32 millones y cuya amortización estaría alrededor de 12,8 ‘kilos’. Ahora vive su momento de menor cotización tras una mala temporada y parece complicado traspasarle por un precio que no suponga dar pérdidas.

Otros como Uros Racic o Mocutar Diakhaby sí tienen más opciones de ayudar a aliviar la necesidad de venta. El serbio llegó por dos millones y además fue renovado hasta 2024, por lo que su amortización es ínfima. El francés lo hizo por 15 procedente del Olympique de Lyon y le queda un año de contrato, quedando alrededor de tres por amortizar. Todo lo que supere estas cifras será beneficio neto para la entidad y, por ende, restará a esos 65/70 millones que señaló el entrenador.