La afición no se cree los cambios

El valencianismo deja claro en la encuesta de Superdeporte que cree que los movimientos de Meriton serán «más de lo mismo» y sigue recelando de la gestión de Peter Lim

Una imagen de las manifestaciones del valencianismo contra la gestión de Peter Lim

Una imagen de las manifestaciones del valencianismo contra la gestión de Peter Lim / Francisco Calabuig

Pau Pardo

Pau Pardo

Ni la llegada de un entrenador carismático y con un discurso alegre como Gennaro Gattuso ni el despido del presidente más desgastado de la historia del club como Anil Murthy son capaces de levantar los índices de popularidad de Meriton Holdings. Cuando el valencianismo dijo basta, lo hizo con firmeza y no por estar en el punto álgido de su hartazgo. Peter Lim ha llegado a un punto de prácticamente no-retorno con la masa social, que a pesar de estar recibiendo mensajes de voluntad de cambio, se acerca más a pensar que lo que viene será «más de lo mismo» que a confiar en un borrón y cuenta nueva que pueda ilusionar. 

Están siendo días de frenetismo informativo. Cambio en el banquillo y ‘ascenso’ de Sean Bai para cubrir el puesto de Anil bajo promesas de cambio de rumbo, acercamiento a los aficionados y las instituciones y reformas estructurales que implicarán, por ejemplo, la llegada de un nuevo director deportivo. Ante semejante movimiento en el entorno valencianista, Superdeporte ha querido pulsar su opinión y las conclusiones son bastante reveladoras: más de tres cuartos de la afición opina que los cambio son «más de lo mismo» y el restante que los cambios «son ilusionantes». Con más de 1.600 votos, el 77 por cien desconfían de Lim y sus intenciones. Después de ocho años repletos de cambios de entrenadores y en la estructura deportiva y también de promesas incumplidas, el valencianismo se muestra escéptico a pensar que esta vez sea ‘la buena’. La hinchada ya ha salido a la calle en hasta tres ocasiones para pedir al máximo accionista que se marche. En la primera de ellas, de hecho, el club realizó un comunicado en el que declaraban estar tomando nota del descontento de la gente, pero la realidad es que nada cambió y el valencianismo siguió su camino doblando la apuesta, con una manifestación más multitudinaria y dejando prácticamente vacío el estadio durante un partido de liga y protestando en la Avenida de Suecia, generando una poderosa imagen que dio la vuelta al mundo. La oposición a Meriton está vertebrada y es prácticamente unánime.

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A falta de encajar la última pieza del puzzle, la del nuevo director deportivo, y con Jorge Mendes teniendo de nuevo mucha influencia en el club, el Valencia encara un verano muy complicado a nivel de mercado. Sean Bai, además de prometer un «cambio de rumbo» en sala de prensa también anunció «medidas impopulares» para que la afición siga sintiendo «la grandeza de este club centenario». La situación de tres de los jugadores más queridos por la afición (Gayà, Guedes y Soler) está en el aire y el club tiene una obligación de venta de alrededor de 60 millones de euros para no dar pérdidas, además de una cifra muy baja de Fair Play Financiero. Lim no inyectó capital en la última ampliación, por lo que el club se verá obligado a hacer encaje de bolillos confeccionando la plantilla.