Paulista no quiere otra oportunidad

Gabriel afrontaba el partido contra el Real Madrid como una nueva oportunidad. Una ocasión de oro tras ‘recuperar’ la titularidad que Voro le había ofrecido y su respuesta fue la de dejar solo al entrenador y a los compañeros a 20 minutos del final. Con una patada directa que el propio técnico dejaba claro que era expulsión sin ningún tipo de duda y que solo hace que demostrar que Gattuso tenía razón. Sobre todo a nivel actitud. El brasileño no había hecho mal partido de hecho salvó una de las primeras jugadas del mismo. Regalo en salida y ocasión de Asensio que encontró a Mamardashvili como rival. 

A partir de ahí, el central salvó un claro gol de Asensio tras un taconazo de Benzema que dejaba solo al balear. Unos minutos más tarde los protagonistas eran los mismos con un centro del ‘11’ blanco y un balón dirigido a la cabeza del 9 que cuando todo parecía indicar que iba a rematar apareció Paulista para enviar el balón a córner. El hispanobrasileño había crecido y dejado atrás sus dudas con buenas acciones pero con el 1-0 en el segundo tiempo y el 2-0 todo cambió.

No salió en la foto de ninguno de los goles, pero sí en la roja posterior a Vinicius. El brasileño, que había bailado unos minutos antes tras marcar, encaró a Paulista y tras marcharse de él, el central le envió prácticamente a la grada. El carácter se tenía que demostrar de otra forma y el enfado del brasileño acabó afectando a sus propios compañeros y a él mismo. En primer lugar porque durante 20 minutos tuvieron que correr por uno más, en segundo porque se ‘borró’ de la visita a Montilivi y en tercero porque él mismo había desaprovechado una oportunidad que si Voro es justo no se la regalará tan fácilmente la próxima vez. 

Ancelotti opina sobre la expulsión de Paulista