El Valencia CF se hunde

El fantasma del descenso persigue al Valencia y no es capaz de quitárselo de encima. En una jornada que fue reivindicativa y en la que la afición dijo basta a la estadía de Peter Lim en Mestalla, el equipo volvió a caer después de firmar una segunda parte para el olvido en la que le faltó agresividad y personalidad para imponerse al Athletic Club, mucho más preparado para llevarse balones divididos y segundas jugadas y que necesitó mucho menos, casi invitar a los valencianistas a fallar, para hacer goles.

Mientras el club no firma un relevo para el banquillo a pesar de que hace más de una semana de la dimisión de Gennaro Gattuso, el riesgo de caer a Segunda División es más tangible que nunca, de hecho el equipo vivirá su primera semana entera en lo que va de temporada en una de las últimas tres plazas de la clasificación liguera. Con el pitido final Mestalla estalló por completo, consciente de la situación tan peliaguda en la que se ha metido y que queda un partido menos en casa para ‘arreglarlo’.

El equipo llegaba al partido ya metido con el fango hasta las rodillas por la victoria del Cádiz y aunque firmó una buena primera parte en la que fue a por el partido, la realidad evidenció que este Valencia necesita un revulsivo ya desde el banquillo, un entrenador con bagaje y experiencia que ejerza de líder o ‘pastor’ y haga caminar al equipo por una senda y ceñirse a un plan de juego, es decir, que lo saque de la indefinición el que vive instalado y que le lleva a la inoperancia y la especulación demasiados tramos de partido.

El responsable de buscar al técnico que saque del ‘marrón’ a Voro y al equipo, Miguel Ángel Corona, fue de hecho uno de los grandes señalados por el público tanto en la multitudinaria manifestación previa como durante el partido. El valencianismo le tildó de «florero» en sus cánticos en innumerables ocasiones en alusión al poco poder de decisión que tiene y el no haber encontrado ningún jugador con el que reforzar al equipo en invierno.

Mestalla sí cumple

La afición sí que estuvo a la altura de las circunstancias. Antes y durante el partido. Cerca de 37.000 personas se dieron cita en el estadio a pesar de que el equipo lleva un punto de los últimos 21 logrados. No solamente eso, sino que cuando entró tras el minuto 19 arropó a sus jugadores y cuando el equipo se puso por detrás remó hasta el final para tratar de conseguir el empate con un griterío y un empuje muy superior al mostrado por el equipo. Al finalizar el partido, el valencianismo volvió a la puerta del palco para protestar dirigiendo el foco nuevamente a Corona, Layhoon, los jugadores y, sobre todo, Peter Lim. No hay vuelta atrás, la afición ha estallado. 

El 11-F, en imágenes: El valencianismo protesta contra Peter Lim

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