Mestalla es la salvación

El Valencia pone fin a su racha de cinco derrotas seguidas con el apoyo incondicional en la grada y el impulso del Pipo desde el banquillo. El equipo está un punto por encima del descenso. Hay vida

Baraja celebra la victoria del Valencia frente a la Real Sociedad

Baraja celebra la victoria del Valencia frente a la Real Sociedad / JM López

Andrés García

Andrés García

La salvación es Mestalla. El valencianismo llevó en volandas al equipo desde el primer minuto hasta el último en una noche mágica de liberación, alegría y atmósfera positiva. Como la que pidió Rubén Baraja el día de antes en la sala de prensa. Ya tocaba celebrar. La afición apretó como en las grandes noches y demostró que a diferencia de sus dirigentes es de primera división. O mejor dicho, de Champions League. El Valencia ganó a la Real Sociedad con el apoyo de su gente en la grada y con la ayuda del Pipo en el banquillo. El tándem fue perfecto. La victoria contra los donostiarras sirve para poner fin a la racha de cinco derrotas consecutivas, salir de los puestos de descenso y mirar con más optimismo y menos miedo a lo que resta de temporada. La permanencia es posible. Y más en Mestalla. 

El Valencia tenía toda la presión encima en una jornada terrorífica por las victorias del Cádiz y el Espanyol. Y sin embargo, resolvió el partido contra todo pronóstico ganando a uno de los equipos de arriba y dejando la portería a cero a la vez como no sucedía desde el pasado 10 de noviembre contra el Betis. El equipo escala dos posiciones en la clasificación (17º) y respira aunque sea por una semana a un punto de distancia de los puestos de descenso que marca el Getafe. 

Acierto de Baraja

Baraja dio con la tecla en el campo y sacó el carácter competitivo de una plantilla que tenía la autoestima por los suelos. El técnico acertó con sus decisiones y contagió a Mestalla con sus gestos de ánimo. Los jugadores dieron un paso adelante y le devolvieron al equipo su versión más canchera y vertical. El equipo no se vino abajo como en otras ocasiones y supo resistir. Oxígeno puro en clave vestuario. 

Calendario complicado

La victoria es importante por los tres puntos y porque pueden suponer un punto de inflexión. Los jugadores se han quitado un peso muy grande de encima. Se notó en los gestos de celebración del final. Abrazos, caras desencajadas de felicidad y hasta lágrimas por todo el sufrimiento vivido en los últimos meses. Tanta como liberación ahora.

Thierry y Hugo Duro, tras la victoria frente a la Real Sociedad

Thierry y Hugo Duro, tras la victoria frente a la Real Sociedad / JM López

El triunfo multiplica la confianza de la plantilla y permite que el equipo vea desde una óptica distinta diferente los tres partidos inmediatos contra el Barcelona, Osasuna y Atlético de Madrid. Lo que parecían películas de terror son ahora oportunidades para que el equipo siga creciendo y por qué no continuar arañando puntos. El Valencia sigue en peligro de muerte, pero desde anoche un poco menos. Hay motivos para creer. El fútbol casi siempre son estados de ánimo y el del Valencia ha cambiado. Gracias, Pipo. Gracias, Mestalla