Alvarito: La luz que iluminó Mestalla

El campo se llenó de luces en el descanso en un momento mágico difícil de entender el lunes, pero imposible de olvidar ahora. Sus amigos Kike y Fran explican esta gran historia de valencianismo

Los amigos de Alvarito Melero lo recuerdan en Mestalla

Los amigos de Alvarito Melero lo recuerdan en Mestalla / SD

Andrés García

Andrés García

Mestalla se iluminó en el descanso del partido contra el Rayo. Eran las luces de cientos de móviles que comenzaron a encenderse por todo el estadio sin un motivo aparente. La mayoría de aficionados conectó las linternas de sus teléfonos sin entender lo que sucedía. Muchos no lo entendieron. Pensaron que no tocaba teniendo en cuenta la derrota y la situación crítica del equipo en puestos de descenso. Pero sí, tocaba.

Claro que tocaba. Aquellos rayos de luz que comenzaron tímidamente en Gol Xicotet y se extendieron de forma espontánea por toda la grada formaban parte del sentido homenaje de un grupo de jóvenes a la muerte de Álvaro Melero, conocido por todos como Alvarito. Un joven valencianista que perdió la vida de manera dramática el 25 de marzo preparando en el viejo cauce del Río Turia el Maratón de València. El lunes por la noche recibió el último adiós de sus familiares y amigos en Mestalla. En su casa. Allí donde a Alvarito más le hubiera gustado. Un auténtico canto a la vida a través del fútbol y de su gran pasión: el Valencia.

SUPER se puso en contacto con dos de sus mejores amigos para conocer la historia de Álvaro y una emocionante «celebración» que provocó, sin planearlo, un «momento mágico» en Mestalla difícil de entender el lunes por la noche, pero imposible de olvidar horas después. Los testimonios de Kike Cervera y Fran Carrión ponen los pelos de punta. «Desde el primer día nos dimos cuenta que teníamos que despedirlo de forma festiva porque él era así.

Una persona feliz, alegre, enérgica y que siempre iba adelante. Nos unió mucho a todos los amigos y queríamos trasladar su espíritu festivo. Como él era. Después de la misa, decidimos que teníamos que hacer algo por Alvarito y que lo mejor era ir todos a Mestalla. Hicimos un grupo de WhatsApp de 88 personas y pusimos la fecha del partido del Rayo porque tenemos amigos de fuera de València de veranear juntos en Benicàssim, que tenían de vacaciones por semana santa».

La respuesta de sus amigos fue emocionante. «Era el mejor amigo de todos. Nos quería a morir, por eso estuvimos ahí», señalaba Fran. «El lunes fuimos a Mestalla alrededor de 50 personas entre las 41 entradas que compramos en Gol Xicotet y el resto que teníamos el pase. Estaban las hermanas, la novia, la gente del colegio, de Benicàssim, de la universidad, pericos, culés, madridistas... Alvarito era el Valencia y teníamos que estar todos. Le pedimos un minuto de silencio al club, pero no se pudo hacer.

Álvarito Melero: Sus amigos lo recuerdan en Mestalla

Álvarito Melero: Sus amigos lo recuerdan en Mestalla / SD

El protocolo exige creo 35 años de socio. En el partido estuvimos gritando: ‘¡Alvarito te queremos eres muy importante para nosotros!’, que es una expresión que nos decimos entre nosotros, cambiando el nombre, cuando llevamos unas copas de más. Además entramos al campo una pancarta con su nombre en su honor», recordaba Kike.

Pero lo más emocionante estaba por llegar. Justo lo que no estaba planeado. Quique, sentado en tribuna, encendió la linterna de su móvil en el descanso para que le vieran el grupo de 41 amigos de Gol Xicotet. Y se hizo la luz en honor a Álvaro. «Hice la típica para ver si me veían y me contestaban, pero no había forma. Casi al empezar la segunda parte, me vieron tres amigos y encendieron la luz. Luego los 41. Para mí ese ya era un homenaje, pero luego se cogió la Curva y todo el campo. Yo gritaba como loco por la emoción de lo que estaba viendo. Encima con luces por la simbología que tiene. Fue emocionante, como una señal divina, la mayor casualidad que me ha pasado en la vida. Justo después se cantó el ¡Peter, vete ya! Alvarito era muy reivindicativo contra Meriton. Seguro que si hubiera estado allí me hubiera dicho: ‘Parad ya con las luces y protestar contra Lim’». Álvaro no se perdió ninguna de las manifestaciones. En una fue protagonista desde un balcón de Mestalla. «Cogió un montón de carteles amarillo de ‘Lim go home’ y los fue tirando desde un balcón mientras le jaleaba la afición».

Álvaro se crio al lado de Mestalla. En el Colegio Sagrado Corazón Esclavas de Micer Mascó. Vivió por y para el Valencia. Nacido en 1997, pisó el césped de Mestalla por primera vez poco antqs de conquistar la Liga de 2002. Su primer recuerdo fue el Doblete de 2004. Lo disfrutó junto a su padre con el abono de su tío Luis. Defensor a ultranza de Parejo. Su ídolo era David Villa. «¡Villa y Orban! ¡Le llevó una pancarta al argentino que ha sido su burla en los últimos seis años!», recuerda Quique entre sonrisas.

Su primeros sueldos los gastó para adquirir su propio pase y viajar con el equipo. «Fue a las finales de Sevilla de 2019 y 2022 en moto ondeando la Senyera. La final del Centenario fue el mejor día de su vida. El Valencia no es parte de su vida, explica su vida. Se fue acompañado por una camiseta de la Senyera en el féretro. Porque el amor por el Valencia se va con él y a la vez se queda con nosotros», asegura Kike. Fran tiene claro que allá donde esté su luz y su pasión por el Valencia nunca se apagará. «Disfrutó de la vida y de su Valencia. Cuando ganaba su equipo era el tío más feliz del mundo. Álvaro estaba convencido de que el Valencia se salvará. Seguro que hace fuerza».

Alvarito Melero, en la manifestación del Valencia-Celta