2015-2023: La única constante es la afición del Valencia

El valencianismo volverá a tomar las gradas almerienses casi ocho años después. Lo demás es diferente: de luchar por la Champions a hacerlo por no descender a Segunda

Imagen del Almería - Valencia de 2015

Imagen del Almería - Valencia de 2015 / SD

Pau Pardo

Pau Pardo

Cerca de ocho años separan dos viajes claves para el valencianismo a Almería. Más de 500 seguidores emprenderán una vez más un camino por la mediterránea para apoyar a sus futbolistas en el estadio del combinado andaluz. Pero lo que podría parecer una situación análoga tiene como única constante que la afición está siempre con el equipo. La situación, el contexto y el objetivo con el que se produce este éxodo son radicalmente distintos. De la ilusión a la angustia, del prestigio a la ruina y de la Champions League a la permanencia. Ya no queda nada de la esperanza con la que se afrontaba el futuro cuando la afición se subió a los autobuses aquella calurosa mañana de mayo de 2015, ahora el valencianismo se volverá a embarcar dirección al Power Horse Stadium por un acto de militancia y en busca de salvar al equipo del drama del descenso a Segunda División, pero con un horizonte lleno de los nubarrones generados por la gestión de Peter Lim.  

En aquel partido el Valencia certificó su presencia en la Liga de Campeones y firmó su máxima puntuación histórica para delirio de los aficionados desplazados. 77 puntos en el casillero gracias al gol de Paco Alcácer para poner punto y final a una temporada en la que el equipo volvió a mirar a la cara a los grandes y a ganar partidos contra equipos como Real Madrid o Atlético en Mestalla. Nada que ver con la actual situación del equipo, segundo peor visitante de la categoría, empatado a puntos con el descenso y completamente empequeñecido, muy alejado de su status histórico. 

Aquella plantilla estaba repleta de jugadores de valor y salvo algún retoque de fondo de armario (Zuculini y Filipe Augusto) todos propiedad del club, que revalorizó a muchos futbolistas y que también contaba con otros de bagaje incuestionable y rendimiento inmediato como Nicolás Otamendi, Dani Parejo o Rodrigo Moreno. Ahora el Valencia se juega el futuro con un plantel devaluado, falto de perfiles específicos clave y que además tiene un alto porcentaje de cedidos en el once titular.  

Peter Lim, presenciando el Almería - Valencia en 2015

Peter Lim, presenciando el Almería - Valencia en 2015 / Carlos Barba

A nivel social la diferencia es también notable y evidencia la decadencia de Lim. Aquella tarde el máximo accionista estuvo presente en el estadio almeriense y recibió los vítores de la afición desde la grada. En ocho años su imagen se ha degradado por completo: lleva varias temporadas sin aparecer por Mestalla, no fue a la final de La Cartuja y las manifestaciones pidiendo su adiós se han convertido en habituales cada vez que el equipo juega en casa. De ser presentado como el hombre que iba a dar un futuro glorioso al club y hacerse ver a levantar un muro con un valencianismo que no le quiere.

La afición responde

Lo único que no ha cambiado es que la hinchada está como siempre respaldando a su equipo. A pesar de la situación las entradas duraron solamente ocho minutos en la página web. La afición está muy concienciada de la situación del Valencia y volverá a teñir de blanquinegro la grada visitante del estadio del Almería. El Valencia publicó este miércoles la información del viaje, señalando que la gente tendrá que estar a las 7:10 de la mañana en la Avenida de Aragón, llevar el DNI con la entrada (que coincida el nombre) para presentarlas tanto al subir al autobús como para ingresar en el estadio y está prohibido acudir con bombos o cualquier tipo de megafonía, además de no poder llevar pancartas más grandes de 3x2 metros. 

El Almería, por su parte, está tratando de contrarrestar a la afición valencianista ofreciendo a sus socios sacar tres entradas más a precios populares para llenar la grada local. En 2015 la hinchada blanquinegra ya fue superior a nivel de animación a pesar de ser muchos menos y esta vez son rivales directos, por lo será un encuentro clave para los rojiblancos, que no quieren dar ninguna ventaja.