¿Dónde están las banderas anti-Lim?

Los aficionados que se quedaron sin las pancartas críticas buscan amparo legal mientras el Valencia niega rotundamente que pueda influir en las decisiones del Almería y recuerda que no recibió ninguna especificación del club local

Protestas de aficionados del Valencia contra Lim

Protestas de aficionados del Valencia contra Lim / JM López

Vicent Chilet

Vicent Chilet

La derrota en la visita a Almería no fue el único disgusto para buena parte de los 530 aficionados del Valencia desplazados al PowerHorse Stadium. La retirada de las pancartas contrarias a Peter Lim por parte de la seguridad privada del recinto causó un profundo malestar en los seguidores desplazados. Además, con la controversia añadida de que las banderas críticas, bajo ya conocido lema de "Lim go home" escritas en negro sobre fondo amarillo, no fueron devueltas a sus propietarios, una vez finalizado el encuentro, contrariamente a la promesa dada por los miembros de seguridad en el momento de prohibirlas.

Algunas plataformas legales, como Info Legal VCF Lliure, anunciaron en sus cuentas de Twitter que solicitarán formalmente tanto al Valencia como al Almería, "el retorno de las banderas de Lim go home". En el caso de no obtener soluciones, desde este colectivo se anuncia la presentación de denuncias en los juzgados "por delito contra el patrimonio".

Cabe recordar que varios aficionados afectados afirmaron que por parte de la seguridad privada que opera en el campo del Almería, como de los policías presentes en el estadio, se justificó la retirada de los centenares de mensajes críticos por una supuesta orden del Valencia.

El club de Mestalla, consultado por este SUPER, negó tajantemente haber dado ninguna indicación al Almería para intervenir y requisar las banderas anti-Lim de los aficionados que se desplazaron. El Valencia insiste en que no es responsable ni tiene potestad para influir en las decisiones autónomas de un club local, al tiempo que no tiene constancia de qué haya podido pasar con las banderas y cuál sea su paradero. Desde la entidad, además, se recuerda que tampoco recibieron ninguna información adicional del Almería relativa a cualquier particularidad sobre las pancartas de los aficionados, a diferencia de las especificaciones de otros clubes. Por ejemplo, en el último desplazamiento al Civitas Metropolitano el pasado mes de marzo, el Atlético de Madrid precisó que, además de no permitir el acceso al estadio de objetos específicamente prohibidos por la Ley del Deporte, también prohibiría la "introducción en el estadio de pancartas o banderas con palo" y el acceso al estadio "con simbología de ningún grupo ultra o emblemas, leyendas o lemas políticos, racistas, xenófobos o que inciten a la violencia o denigren a las personas o entidades".

Algunos aficionados exhiben carteles de 'Lim go home' durante el partido contra Osasuna

Algunos aficionados exhiben carteles de 'Lim go home' durante el partido contra Osasuna / JM López

Las pancartas y carteles de "Lim go home" y "Lim Out", por otro lado, conviven en Mestalla desde hace dos temporadas, en las que también se han producido episodios aislados de ser retiradas o no aceptadas.

¿Qué normas rigen en el acceso a los estadios de LaLiga?

El reglamento de prevención de la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte impide, en su punto sexto, "introducir, exhibir o elaborar pancartas, banderas, símbolos u otras señas que inciten a la violencia o el terrorismo", extremo que no fricciona con la crítica al actual máximo accionista del club, por lo que una intervención, llegado el caso, también podría quedar condicionada a la interpretación subjetiva del mensaje por parte del personal de seguridad.

De igual modo, las pancartas exhibidas en Almería portadas por los aficionados tampoco afectarían a una distorsión de "la percepción monocromática" de la publicidad estática, ya que en ningún caso cubrían parcial o totalmente "la publicidad de primera y segunda U televisiva" ni los vomitorios "en tiro de cámara principal", presentes en el artículo 3.2.2.