Baraja se hace fuerte a la espera de los movimientos

El entrenador no continuará a cualquier precio después de ver cómo la deriva institucional obliga a jugarse la salvación en la última jornada

Betis - Valencia

Betis - Valencia / José Manuel Vidal

Pablo Leiva

Pablo Leiva

Termina la temporada y es época de pensar en la próxima. En cualquier club normal el objetivo sería aprender de los errores, tener las cosas claras y trabajar para que no se repitan en el futuro. El Valencia CF desgraciadamente no entra dentro de esas entidades que hacen las cosas según la lógica y tocará esperar. Incluido en el banquillo. Baraja ha terminado el curso como el ‘salvador’.

Llegó a un equipo muerto del que Gennaro Gattuso había huido por la puerta de atrás y con el que Voro no había conseguido la reacción esperada. Pero el técnico entró en escena y sorprendió a propios y extraños. Más por la gestión de vestuario que por la táctica siendo honestos, pero el Pipo ha mostrado carácter, amor por el escudo (algo que estaba fuera de toda duda) y un discurso coherente en todo momento. De aquella frase ‘es muy difícil jugar en Mestalla’ de Rino a los mensajes sobre el feudo valencianista con la llegada del entrenador todo dio un giro de 180 grados. Y Mestalla consiguió la salvación. 

La decisión por parte del club está tomada y en principio es ofrecerle la renovación al jefe del banquillo. Continuar con el ‘proyecto’ (si es que se le puede llamar así) y que el Pipo sea el líder un año más. Sin embargo eso no será a cualquier precio. El entrenador en su rueda de prensa después del partido contra el Betis ya dejó un poco claro qué le parece cómo se está gestionando el club. No entró a hablar directamente sobre Meriton, sobre confección de plantilla o sobre decisiones en concreto pero Baraja fue honesto y dejó caer que por este camino no se puede continuar. 

La realidad es que el Pipo está tranquilo y a la expectativa. Él ha sido uno de los responsables de que el Valencia mantuviera la categoría gracias a su confianza en Javi Guerra, Diego López, Alberto Marí y la gestión de aquellos jugadores a los que no veía listos para aportar. A pesar de que fueran indispensables en la anterior etapa. Con esa sensación de haber dado con la tecla en algunas cosas, lo que no puede suceder de nuevo es tener una plantilla con tantas lagunas como la que tenía este año. Ni la gestión del mercado puede ser igual a la mostrada hasta ahora, ni los problemas a nivel social pueden ser los mismos.

Por eso, la decisión estará muy condicionada a qué hace el club. Y es importante entender el matiz de ‘qué hace’ y no ‘qué dice‘ porque Meriton ya ha demostrado en más de una, dos y tres ocasiones que afirmar algo no se corresponde con cumplir con las palabras. No lo hizo con Bordalás, tampoco con Javi Gracia y, en defintiva, no lo ha hecho desde que se hizo con la entidad tras aquel proceso de venta viciado que años después todavía está pasando factura al Valencia CF.