Baraja acepta el desafío

Su renovación se hará oficial cuando se resuelvan los últimos flecos contractuales

Baraja, firmando autógrafos a la salida de Paterna

Baraja, firmando autógrafos a la salida de Paterna / JM López

Andrés García

Andrés García

Rubén Baraja se convertirá en las próximas horas en el ‘nuevo’ entrenador del Valencia CF. El Pipo firmará por las próximas dos temporadas hasta el 30 de junio de 2025. Solo falta por resolver unos pequeños flecos contractuales y que su fichaje se haga oficial por parte del club. Era cuestión de tiempo. Su fichaje se daba por hecho en todos los estamentos del club. Incluido el vestuario. SUPER ya informó el pasado viernes de un principio de acuerdo entre las dos partes para la continuidad del vallisoletano. Su firma cada vez está más cerca. La idea del Valencia es anunciar el fichaje en los próximos días de forma oficial y a continuación programar una reunión para comenzar a planificar la temporada 2023/24 junto al director técnico Miguel Ángel Corona y sentar las bases del nuevo equipo. No hay tiempo que perder.

El club está obligado a rehacer la plantilla y darle al entrenador las herramientas necesarias para armar un equipo competitivo que no luche por evitar el descenso a segunda división por segunda temporada consecutiva. La influencia de Baraja en la planificación deportiva se ha convertido en el principal tema de conflicto durante las negociaciones (por momentos tensas) que han mantenido las dos partes desde la primera reunión del miércoles entre el entrenador, Corona y Javier Solís. El técnico tendrá competencias en la planificación. Así se lo ha prometido la entidad. El pucelano tendrá voz y voto a la hora de confeccionar la plantilla y participará en las decisiones de mercado respecto a la entrada y salida de jugadores. El Pipo tiene claro el perfil de jugadores que necesita y los que no y está dispuesto a hacer una limpieza en el vestuario. Pero no será tan fácil. El club advirtió al técnico en la reunión del viernes de las dificultades que planteará el verano porque el equipo está excedido en alrededor de 15 millones de euros de Fair Play Financiero y está obligado a reducir gastos o vender jugadores.

El verano dirá hasta dónde llega realmente su poder de decisión bajo la sombra alargada de los desencuentros del club con los últimos entrenadores: Gennaro Gattuso, José Bordalás y Javi Gracia. La intención es que Baraja sea partícipe de todos los movimientos que se produzcan en el capítulo de altas y sobre todo de bajas. El técnico se ha hecho fuerte en las negociaciones y ha conseguido una serie de garantías en forma de cláusulas de salida para protegerse de la propiedad en caso de sentirse engañado como sus antecesores.Baraja no tuvo conocimiento de la ejecución de la opción de compra de Cenk Özkacar hasta el miércoles. El técnico no participó en la decisión de comprar en propiedad al turco. Por suerte, no le disgusta. No le molesta en la plantilla.El club tuvo claro que Rubén era el elegido si se certificaba la permanencia. Su conocimiento del club y de la plantilla, su capacidad para conectar a Mestalla y su valentía para tomar decisiones importantes y sacar canteranos ha sido definitiva. El Pipo mejora el sueldo y firma dos temporadas. Hay Baraja hasta 2025. Si le dejan, claro.