El punto más débil del Valencia tras el mercado

Era cuestión de tiempo que el desastroso mercado de fichajes del Valencia CF tuviera consecuencias sobre el verde. Las dos primeras victorias ante el Sevilla y Las Palmas rebajaron tímidamente los nervios, pero las dos últimas jornadas, especialmente esta última en Mendizorroza ante el Alavés, han sacado a la palestra todas las debilidades que tiene la plantilla de Rubén Baraja, que no son pocas y están en todas las líneas del campo.

A lo largo del verano, entre ventas, fin de cesiones y rescisiones o finalización de contratos, el club de Mestalla ha dado salida a 13 futbolistas. La solución de Meriton ha sido fichar a cuatro futbolistas (y ejecutar la compra de Cenk) y subir desde el Mestalla de Segunda Federación a varios de los futbolistas más destacados. El resultado que ha quedado es una plantilla más corta, más inexperta y, a priori, de menos nivel. 

Sin contar la portería, que se mantiene igual con Mamardashvili, línea por línea la plantilla está coja. En el siempre delicado puesto de central en cuatro jornadas ya han jugado hasta cuatro nombres. Paulista, Diakhaby y Cenk han dejado muchísimas dudas, especialmente el turco, señalado ante el Alavés. El brasileño, por su parte, es un asiduo en la enfermería. De hecho está tocado ahora mismo. Quien mejor rendimiento ha dado ha sido Cristhian Mosquera, canterano de 19 años que, de ahora en adelante, apunta a ganar protagonismo. 

El centro del campo es, seguramente, la demarcación con más nivel. El problema es la profundidad: solo cinco nombres tras el fichaje de Amallah. Insuficiente teniendo en cuenta que Baraja juega con un trivote y que Guillamón apenas está contando para el técnico. 

Problemón ofensivo

La delantera es otro drama. Tres ‘9’ puros: Hugo Duro, que no termina de salir de su sequía goleadora, la incógnita de Yaremchuk, y el joven Alberto Marí (22 años), lesionado de larga duración. No mejora el escenario en las bandas, donde solo hay tres nombres: los novatos Diego López y Fran Pérez y el fichaje tan esperado de Sergi Canós. Todos ellos diestros, por cierto. En definitiva, una plantilla incompleta, con muchos nombres que son auténticas incógnitas y con una juventud insultante que, si bien puede ser una ventaja en ciertos contextos, es una debilidad evidente en estos niveles de competición.