DIRECTOR ACADEMIA VALENCIA CF (2019-2022) | Marco Otero Director de la academia del Olympique de Marsella

"Javi Guerra valorará mucho más el proyecto deportivo que el dinero"

El responsable con el que llegaron y crecieron buena parte de los canteranos que lucen en el primer equipo atiende a SUPER desde Marsella, donde coincidió de nuevo con Marcelino y Gattuso

Marco Otero, en su etapa como director de la Academia del VCF. Hoy dirige la del Olympique de Marsella

Marco Otero, en su etapa como director de la Academia del VCF. Hoy dirige la del Olympique de Marsella

Pascu Calabuig

Pascu Calabuig

Marco Otero (23/04/1974, Zúrich), actual director técnico de la cantera del Olympique de Marsella (OM), dirigió la Academia del Valencia CF entre junio de 2019 y junio de 2022. Un periodo en el que llegaron a Paterna jugadores como Javi Guerra, Giorgi Mamardashvili, Diego López, Alberto Marí o Facu González. El último se afianza como titular en la Sampdoria, cedido por la Juve, y los cuatro primeros son piezas importantes en la plantilla de Rubén Baraja. Otero explica en SUPER las razones que le llevaron a cambiar València por Marsella. Entre ellas, la falta de conexión con la dirección deportiva del primer equipo.

Buenas tardes, Marco. ¿Cómo le va la vida en Francia en la academia del OM?

Llegué al Olympique con el objetivo de transformarlo en un club formador, de crear estructuras y métodos de trabajo para acompañar a los jugadores a la élite. Marsella es una ciudad loca por el fútbol. Además, hay un volumen de futbolistas criados en sus calles que no pasaron por la cantera del OM, como Zidane o Cantona; otros sí lo hicieron como Nasri... Y casi todos se fueron muy jóvenes a hacer sus carreras en otros lugares.

¿Qué balance hace?

Nos va muy bien porque el club ha hecho una inversión muy fuerte en infraestructuras. Vine con un mensaje claro: ‘Los españoles somos campeones del mundo jugando entre las áreas, y ellos, los franceses, son los mejores en las áreas’. Así que he querido incidir en lo colectivo. El fútbol francés es de mucha fuerza y velocidad, verticalidad, y quisimos encontrar un equilibrio dando ritmo al juego, que piensen y se asocien más... En València, el enfoque fue al revés al recoger una escuela que había dirigido Alexanco, ex del Barça. En el primer año sacamos resultados que históricamente no se daban, el sub-17 ha sido campeón del país, y el sub-19 perdió la final 2-1 con el PSG. La formación es más importante que los resultados, pero estos ayudan a que crean en tu mensaje. Hemos ascendido a tres jugadores de forma regular al primer equipo: Emran Soglo, internacional sub-20 con Inglaterra. Bilal Nadir y el camerunés François Mughe. Entre siete y diez trabajan con el primer equipo. 

Pablo Longoria confía plenamente en Otero. Primero Valencia, luego Marsella. 

Las figuras clave para mi llegada a València fueron Mateu Alemany y Pablo Longoria. Ellos querían optimizar el rendimiento de la cantera, innovar con un proyecto apasionante, pero me encontré con que tuvieron que irse al poco. Pregunté si lo mío seguía en pie, me dijeron que sí y, con Luis Martínez y José Jiménez, nos pusimos manos a la obra para crear unas estructuras que no había en el Valencia CF.

Hace dos meses Marcelino dimitió y el presidente, Longoria, también lo pasó mal con los hinchas. ¿Qué pasó?

Marsella se vuelca con el club, cada partido hay 65 000 aficionados en el Vélodrome. Es una afición incomparable, pero cuando algo no le gusta, los más calientes transmiten también mensajes de desamor y frustración duros. Yo no estuve en esa reunión, pero se dijeron cosas feas, que pueden interpretarse como amenazas, y Marcelino decidió irse. Me alegro de que esté en el Villarreal.

Y ahora comparte horas de trabajo con Gattuso.

A su llegada a València, el club le dijo que yo hablaba bien italiano y podía ayudarle. Para él era incomprensible que me quisiera ir, ‘lo estáis haciendo superbien’, me decía. Pero yo en el Valencia no veía la opción de construir algo más, me gustan los proyectos donde se construye y se sigue con ambición de crecer, y no donde se gestiona para no perder lo que tienes. No negaré que yo tampoco estaba muy de acuerdo con la manera de jugar que tenía Bordalás, sí le felicito por los resultados. Su forma de interpretar el fútbol no la veía en línea con y para lo que venían preparados los canteranos. Tanto Marcelino como Gattuso me parecen dos personas profundas, de las que uno aprende mucho.

No negaré que tampoco estaba muy de acuerdo con la manera de jugar de Bordalás. Le felicito por los resultados, pero su forma de ver el fútbol no la veía en línea con y para lo que venían preparados los canteranos

Ha dado ya una pincelada... Entiendo que dejó el Valencia por estrecheces económicas.

Lo que nosotros conseguimos se hizo con una reducción de más del 30 % en el presupuesto de la academia. El tema económico fue complicado desde el inicio. Me encontré con valencianos valientes y con ‘sentiment’ y se formó un equipo irrepetible. Hay gente buenísima en la academia. La pena es que el fútbol español es el que peor paga a los profesionales de cantera. Tuvimos la suerte de que delegaron en Sean Bai, completamente diferente por carácter, capacidad y visión. Nos apoyó e hizo que se llevasen a cabo proyectos que sin él no hubiesen salido. Pongo en duda que existan clubes con una estrategia clara de integración de jugadores al primer equipo. No me gusta dejarlo al azar, que los chicos suban solo por lesiones o falta de dinero. Eso es faltarle el respeto al jugador.

¿Es lo que ocurre en el VCF? 

No sé... Lo que está claro es que si tienes a Mosquera, Facu, Tárrega, Iranzo y Yarek hay que disponer de un plan claro sobre cómo hacer que lleguen, debuten, se asienten o puedan tener salida en el mercado. Es responsabilidad y deber de un club. No entraré a polemizar si se debía o no haber fichado a Cenk... Pero sí digo que yo no veía esa conexión con un plan claro entre la Academia y el primer equipo. ¿Por qué suben a Yellu o Mario Domínguez y los haces debutar? ¿Quién, cuándo, por qué se decide? Cuando las cosas pasan muy pronto, o se prioriza a jugadores con potencial aún no preparados, te crea una disconformidad, yo la viví fuertemente hasta el punto de decir: ‘mira, esto no va a cambiar, prefiero buscar alternativas porque aquí ya he aportado mi granito’.

La apuesta del Marsella en Otero fue fuerte, pagaron cerca de medio millón de euros al Valencia.

Había situaciones contractuales, me quedaban dos años. La apuesta de Pablo y el OM fue al máximo. Cuando un club quiere que vayas se nota, y también cuando a otro no le parece mal que te vayas.

El Villarreal se guardó en torno al 30 % de una futura venta de Javi Guerra. ¿Cómo negociaron para sacar de allí un talento así?

Hay dos situaciones. El padre de Javi es profesional del fútbol, director deportivo en el Roda, y que se fuese del Villarreal ayudó, a la vez, a que Javi quisiese irse. Desde nuestra percepción era un jugador más para el estilo de ida y vuelta. En el fichaje, hicimos como con otros con contrato. Si no hay opción de invertir, estas operaciones son normales. Por ejemplo, con Fran Navarro se ingresó una cantidad cuando lo fichó el Oporto del Gil Vicente. Con Javi, el Villarreal sabía lo que tenía y la negociación fue intensa. Debería predominar la alegría por el jugador que fichó el Valencia. Ojalá que se quede y crezca más todavía. Tiene la cabeza amueblada y un entorno sano. Creo que valorará mucho más lo deportivo, le queda mucho por delante para ganar dinero. Aunque dependerá del proyecto que le ofrezcan. Si se fuera, que sea para mejorar él y vivir cosas que ahora mismo no las da el Valencia. 

Si tienes a Mosquera, Facu, Tárrega, Iranzo y Yarek hay que disponer de un plan claro sobre cómo hacer que lleguen y se asienten o puedan tener salida en el mercado

En el Valencia obraron con él la transformación hacia un mediocentro poderoso y con llegada.

La escuela del Villarreal tenía jugadores con mucho pie. Nosotros veníamos de una base tirando más a la Masia que al ADN histórico del Valencia. Pasamos a querer jugadores más verticales. Fue un reto que él aceptase la reconversión. Hubo muchas conversaciones conmigo, con Paco Cuenca y Miguel Ángel Angulo, dos entrenadores clave, con Javi Venta, David Fuster, Luis Martínez... Pasó por baches. En el Juvenil A le costó por la transformación física, implementamos el gimnasio y trabajos de fuerza. A la larga ha dado fruto. 

A Diego López lo ‘pescaron’ del FC Barcelona.

Fue un poco como con... Ansu Fati.

¿Ansu Fati?

Estuve sentado, con Jorge López, en Barcelona con el padre y los agentes de Ansu. Estaba en el División de Honor, había hecho una Youth League interesante y estaba en un tira y afloja con el Barça por si le ofrecían o no entrenar en el primer equipo. Al final vieron su calidad. Con Diego fue parecido. Te plantas con tus medios, lejos en dinero de Madrid y Barça. Un proyecto basado en opciones de primer equipo si responde en el filial. Debía pasar del ‘9’ en un 4-3-3 al 4-4-2 o jugar por el extremo, y lo hizo genial. Necesitaba un entorno menos mediático, más familiar, y Angulo, asturiano como él, le ayudó mucho.

Rebuscaron mucho para traer a Alberto Marí del filial del Eibar. 

Mérito y figura clave, José Jiménez. La captación lo seguía desde su época en cadetes en Alicante. Para mí es fundamental lo que pasó con Alberto, el ser la primera opción, le hablabas del Valencia y tanto a él como a su familia les brillaban los ojos. Es currante, gran rematador. No quiero olvidar a Mamardashvili, como ha aguantado la presión desde el primer día sin pasar por el filial. Éramos un equipo, pero fue muy importante para sacarlo de Georgia cedido la negociación de Luis Martínez. La portería en el Valencia me preocuparía poco, ahí abajo están Vassilev, Jiménez, Abril... 

La portería en el Valencia, a mí, me preocuparía muy poco, ahí abajo están Vassilev, Jiménez, Abril...

Baraja apostó por Guerra, Fran Pérez, Mosquera, Yarek... ¿pero qué culpa ha tenido el entrenador de que hayan rendido?

El trabajo de Angulo y su staff es el más complejo. Gestiona las situaciones de cada chico con gran capacidad humana. Tiene una gran preocupación por la escuela, su desarrollo hace que esté pendiente de infantiles, juveniles, cadetes. Baraja lo está haciendo muy bien. Para mí, en unos años, es el candidato ideal al banquillo del primer equipo. 

Antes me dijo que está «orgulloso» por los jóvenes en el primer equipo, pero que no están «todos los que deberían».  

Lo normal es crear una comisión técnica con todos los que toman decisiones en el club, y estrategias de promoción de chicos a años vista. Ya es bastante imprevisible el fútbol como para no hacer previsiones.

Estoy seguro de que con una planificación clara y dando un plus de calidad a la plantilla, un equilibrio, los jóvenes seguirán dando gran rendimiento. Por ejemplo, Yarek crecerá más y mejor al lado de jugadores de altura como Gayà

¿No pasaba con la dirección deportiva y dirigentes del primer equipo?

Tiro de comodín... no teníamos esas situaciones. Es parte de lo que influyó en mi decisión. Estoy seguro de que con una planificación clara y dando un plus de calidad a la plantilla, un equilibrio, los jóvenes seguirán dando gran rendimiento.