Este equipo empieza a ser reincidente

El Valencia atraviesa un bache de juego y de resultados cada vez más pronunciado. Cuatro partidos seguidos sin ganar y los malos síntomas siguen creciendo 

El gol de Mayoral complica las cosas al Valencia

El gol de Mayoral complica las cosas al Valencia / Agencias / EFE

Rafa Jarque

Rafa Jarque

Imagen nuevamente preocupante en el Coliseum de un Valencia CF que da la sensación de haber entrado en un bache cada vez más pronunciado. Con la derrota de este viernes ante el Getafe, el equipo de Rubén Baraja acumula cuatro partidos consecutivos de liga sin conocer la victoria, siendo tres de ellos derrotas. Las ideas en el verde no fluyen y las alternativas en el banquillo son prácticamente inexistentes. Además, la renta de puntos sobre el descenso empieza a hacerse más pequeña y al término de esta jornada podría bajar de los dobles dígitos si el Celta y/o el Granada ganan sus respectivos compromisos.

No es ninguna novedad que el Valencia es un equipo con debilidades de base. La deficiente planificación deportiva que hizo el club en verano dio como resultado una plantilla corta e incompleta que, además, jornada tras jornada se ve mermada por una plaga de lesiones que no cesa. En las últimas fechas, concretamente desde el partido previo al último parón internacional en el Bernabéu, los síntomas se han multiplicado y el equipo ofrece la sensación de necesitar una reanimación urgente. El de ayer fue probablemente el peor partido a nivel ofensivo de la temporada: sin remates a puerta ni ocasiones peligrosas. Además, la dificultad fuein crescendo desde que Paulista cometió una torpeza impropia de un capitán tan veterano que le costó la expulsión.

La trampa de Bordalás

El Valencia sabía perfectamente a lo que iba a Getafe. Partido cerrado, trabado y con pocas situaciones para generar peligro. Aún así, el plan le salió a la perfección al entrenador del Getafe, ex del Valencia. Apenas una ocasión de peligro real fue suficiente para salvaguardar los tres puntos en Getafe ante la desesperación del Pipo Baraja. Y es que cuando el once titular no tiene el día, algo cada vez más habitual debido al volumen de minutos que acumulan, las opciones de sumar un resultado positivo bajan drásticamente. La ‘unidad B’ no solo no progesa sino que cada vez parece aportar menos hasta el punto de casi no dar señales de vida.

Lo más desesperanzador, además, llegó en los prolegómenos del partido cuando Javier Solís, portavoz y director corporativo del club, admitió a micrófono abierto que muy difícilmente el Valencia iba a reforzar su plantilla este mercado de invierno. En definitiva, un ‘esto es lo que hay’ de manual para un equipo que pierde fuelle con el paso de las jornadas. A la espera de un factor, ya sea interno o externo, que despierte al equipo, la sensación vuelve a ser la de que la temporada puede hacerse muy larga y el objetivo de los 40 puntos cuanto antes no puede dejar de ser la principal preocupación.

El calendario no ayuda

Y cuando el Valencia más necesita un respiro, no lo tendrá. Al menos por parte del calendario, que sigue creciendo en cuanto a dificultad en las próximas semanas. La próxima jornada el Valencia recibe a un FC Barcelona que parece haber dado con la tecla en las últimas semanas. Lo hará además, con las sensibles bajas de Paulista y Javi Guerra, ambos expulsados ayer, y de momento con la duda de Gayà, que sigue recuperándose. Solo tres días después, en la jornada intersemanal, los de Baraja visitan Vallecas. Tras el parón navideño, derbi autonómico en Mestalla ante el Villarreal, otro equipo que parece haber dado con la tecla desde la vuelta de Marcelino.