La mejor salida para coger la costumbre

El Valencia afronta la jornada aplazada con opciones de asaltar la séptima plaza en su lucha por Europa. Primero de los tres partidos a domicilio del mes de abril

El Valencia venció en la ida con un solitario gol de Pepelu de penalti

El Valencia venció en la ida con un solitario gol de Pepelu de penalti / JM López

Pau Pardo

Pau Pardo

El Valencia visita esta tarde en el estadio Nuevo Los Cármenes a un equipo que lleva una temporada verdaderamente dramática y al que solo un milagro podría salvar del descenso a Segunda División. A los de Rubén Baraja le urgen los puntos para luchar por meterse en Europa, pero es que el Granada se plantea este partido como su última oportunidad de albergar un rayo de esperanza, por lo que el nerviosismo juega en contra de los nazaríes. En este contexto los blanquinegros, que no son especialmente solventes a domicilio, deberán realizar un ejercicio de madurez competitiva para hurgar en la crisis andaluza y sobre todo tratar de castigar la fragilidad defensiva granadinista. El partido aplazado se erige como una oportunidad de asaltar la séptima plaza, actualmente ostentada por el Real Betis, y esperar que el Athletic Club gane la Copa del Rey el viernes para activarla como acceso extra a competición europea.  

La realidad es que el conjunto del Pipo ha llegado al tramo final de la temporada, los postres como dijo el propio técnico, con opciones reales de pugnar por un objetivo que parecía inviable al iniciar la campaña cuando Layhoon Chan fijó la meta principal en la permanencia por la agonía sufrida el año anterior. A partir de ahí, sin la presión del que está obligado a lograrlo, el Valencia está a tiempo de todo y la ilusión de plantilla y cuerpo técnico es lograr esa clasificación. Para ello es obligatorio sumar victorias fuera de casa y la realidad, más allá de que no debe servir como un elemento para la relajación y la confianza, es que es el estadio más propicio para que el equipo adquiera esa costumbre. Su propio defensor, el Granada, lleva de hecho cuatro meses sin ganar en él, una situación que le ha llevado a situarse a catorce puntos de la salvación con solo 27 de más en disputa, siendo su descenso prácticamente virtual si no saca una victoria contra el Valencia CF

El aplazamiento del partido, a nivel clasificatorio, ha beneficiado también a los intereses del Valencia ya que en la primera fecha el Granada estaba todavía a seis puntos de la permanencia y con opciones de ponerse a un partido de salir, una situación muy alejada de la que vive ahora, ya que encaraba el choque después de tres empates (uno contra el Barça) y ahora lo hace con cuatro derrotas de manera consecutiva.  

La ida fue tensa

El segundo asalto del enfrentamiento entre Granada y Valencia tiene cuentas pendientes de la ida, que se volvió muy caliente antes del descanso cuando Hugo Duro tuvo sus rencillas con Paco López, que ya no está, pero también las tuvo con los centrales nazaríes, que le buscaban sin balón todo el rato en un pique que duró todo el partido. Especialmente enganchado estuvo con Ignasi Miquel, aunque fue al joven Raúl Torrente al que le sacó un penalti en la segunda parte. Aquella batalla trajo cola en sala de prensa y posteriormente se calmaron las aguas, pero Duro, en un gran momento de la temporada, se volverá a ver la cara con los defensores. El encuentro finalizó con victoria valencianista por un gol a cero gracias al penalti convertido por Pepelu, muy frío desde los once metros.