Ofrecimiento ‘envenenado’ por el Nou Mestalla

El club propone firmar la documentación de FIFA con una cláusula liberatoria en caso de no recibir las licencias, pasando la ‘patata’ caliente a las instituciones

Imagen de archivo de las obras paradas del Nuevo Mestalla

Imagen de archivo de las obras paradas del Nuevo Mestalla / SD

Pau Pardo

Pau Pardo

Desde que el Mundial 2030 apareció en el horizonte, Meriton Holdings lo ha utilizado como un elemento de presión más para tratar de conseguir facilidades relativas a la construcción del Nou Mestalla por el fuerte interés de las instituciones en que la ciudad sea una de las subsedes que acoja partidos de la cita futbolística por antonomasia a nivel de selecciones. Rompiendo un silencio de semanas, el Valencia CF le ha hecho un ofrecimiento al consistorio que, a tenor de los precedentes, apunta a estar ciertamente ‘envenenado’. El club ha manifestado su intención de firmar los documentos FIFA, pero incluir en el acuerdo una cláusula liberatoria en caso de no recibir las licencias que necesita para reanudar las obras, sumando un elemento más de presión a los políticos. 

A día de hoy tanto la Generalitat como el Ayuntamiento han firmado todos los documentos exigidos por FIFA, algo que no se ha hecho desde el club aduciendo la inseguridad jurídica que le genera ya que desde este organismo se exige que el Valencia, una vez firme, se comprometa como propietario del establecimiento a prestar al Mundial un estadio en las condiciones requeridas, quedando su incumplimiento sujeto a sanciones por parte de un tribunal suizo. Desde Superdeporte se ha contactado con Libertad VCF, principal plataforma de oposición de Peter Lim, y la interpretación de su equipo jurídico es precisamente que con esta maniobra pretenden pasar la ‘patata caliente’ a las instituciones y que unas hipotéticas sanciones por no presentar el Nou Mestalla a la cita mundialista recayeran sobre el Ayuntamiento y la Generalitat aduciendo que estos documentos se firmaron con reservas y condicionados a la concesión de estas licencias que el Valencia debe conseguir cumpliendo con las exigencias económicas y técnicas requeridas por el Ayuntamiento. 

La obtención de las licencias de obra está sujeto a que el Valencia presente los avales que le comprometan a pagar el coste real de la obra que será extraído de la auditoría que el Ayuntamiento pretende realizar con una auditora externa que todavía no tiene escogida porque no ha salido a concurso público. Llegado ese momento, lo más probable es que Peter Lim tenga que dar certidumbre financiera a la operación porque el club a nivel de ingresos es ciertamente complicado que pueda avalar la totalidad de una obra de esta magnitud. Los casi diez años que el singapurense lleva en Mestalla no invitan a pensar que vaya a dar ese paso al frente dado que su política ha sido siempre la de no comprometerse a nada. 

Pasó en el proceso de venta, cuando no firmó ninguna cláusula que le obligara a finalizar las obras ni tampoco a cumplir con el plan económico de reducción de deuda y demás hitos que la Fundación exigía a los ofertantes por la mayor parte del paquete accionarial. Los años que han pasado desde entonces no han hecho sino confirmar esa tendencia a incumplir promesas y a dilatar un problema urbanístico que exige respuesta. 

Las fichas van primero

Desde Marea Valencianista, por otra parte, explican que estas licencias no pueden ser expedidas porque las fichas urbanísticas, que han de ser aprobadas, van primer por ley: «Sin fichas no hay licencia. Y sin auditoría, no hay ni fichas, ni licencia de obras» afirmaba tajantemente Miguel Zorío en un comunicado en el que prosigue señalando que «el Valencia CF de Peter Lim debe pedir un informe a la consultora sobra la validez de las licencias anteriores, y en él expresamente dirá que no se pueden conceder las licencias hasta la fijación definitiva del Plan en las fichas urbanísticas y como dice Addient en su informe, el nuevo proyecto de estadio presenta modificaciones sustanciales respecto al proyecto de estadio de 2008, que es el que tenía licencia de obras».