El Valencia CF ha apretado el acelerador para fortalecer la plantilla dentro de las limitadas posibilidades económicas en las que se mueve el club propiedad de Peter Lim. Iván Marcano es uno de los principales deseos del entrenador para reconstruir un centro de la defensa en la que quería, al menos, dos fichajes. Sin embargo, en sus intentos de hacerse con este experimentado central zurdo los de Mestalla se están encontrando con la dureza negociadora del Oporto y su presidente, el eterno Pinto Da Costa.

El central cántabro es el ejemplo perfecto de como la ausencia de dinero en caja ha obligado al Valencia a tener que esperar más de la cuenta por algunas de sus primeras opciones para la defensa y el centro del campo. Los dirigentes y el entrenador, no obstante, no se han quedado de brazos cruzados y han ido avanzando por otras alternativas del agrado de Marcelino que el interés de Inter o Juve en jugadores blanquinegros han puesto encima de la mesa. O, incluso, la mediación y las relaciones que Lim y su entorno mantienen con las cúpulas de varios grandes de Europa, como el City, el PSG o el mismo Inter. Esos han sido los casos, por ejemplo, de los mediocentros Geoffrey Kondogbia y Mario Lemina.

En las próximas horas Valencia e Inter proseguirán unas negociaciones en las que no sólo estará sobre la mesa el nombre de Jeison Murillo. Los blanquinegros intentan pelear el préstamo con opción de compra de Kondogbia y en la agenda de los italianos se halla el lateral portugués Joao Cancelo. Los dos clubes han fijado un precio muy similar a ambos jugadores, entre 20 y 25 millones de euros. Varias vías de negociación están abiertas, hasta un interés de los interistas por los centrales que el Valencia ha colocado en el mercado: Aymen Abdennour, al que fuerza a salir para aligerar el balance del Financial Fair Play (FFP), y Ezequiel Garay, con el que cuenta Marcelino, aunque tampoco se opondría a una venta del argentino, si esta le abre una abanico de posibilidades para armar defensa y mediocampo a su antojo.

Como ha pasado con el colombiano Murillo, el Valencia ha trabajado en busca de un acuerdo económico con Kondogbia, un todoterreno de 24 años con una sensacional zurda para el centro del campo. La intensidad y el músculo que pretende el entrenador valencianista. Pero aún no lo tiene. La ficha del francés, es bastante más alta que la de Murillo, que se aproxima al millón y medio de euros. Kondogbia roza los cuatro y para poder traerlo sería prioritario dar salida a hombres como Abdennour o Negredo... ahora el primero parece más cerca que el segundo de abandonar la plantilla del Valencia. El salario del exsevillista hace que la suya no sea una operación sencilla, pese a la insistencia de Marcelino en su llegada. Además, el Inter valora al jugador en cifras importantes y, como poco, quiere obligar a la opción de compra.

De vuelta a Marcano, que acaba contrato en junio de 2018, aumentan, más aún, las dificultades para un Valencia entregado al mercado de cesiones a fuerza de las estrecheces por las que pasa su economía. Si Kondogbia o el polaco Krychowiak, también con otras ofertas de peso, son el músculo con el que sueña el técnico para la medular, Marcano es el zurdo con el que planeaba sustituir a Abdennour. A sus 30 años y con sólo un año de contrato por delante, el Oporto se ha destapado pidiendo por él entre ocho y diez millones. Ahora el Valencia medita si aborda, más allá de Murillo, una alternativa al santanderino o espera a que Pinto da Costa afloje la mano conforme se acerca el fin del mercado. A partir de enero Marcano será libre para negociar su marcha a cualquiera de sus pretendientes, y sin dejar ni un sólo euro en la caja del Oporto.

Ayer, por primera vez, se filtraron en Portugal las cantidades que solicita el club portista por Marcano. Hasta el momento lo único que había trascendido desde el club de Oporto es que ha rechazado un par de ofertas del fútbol español de cuatro y cinco millones por el central español. ‘Récord’ publicó a finales de mayo que fue el Valencia el club que hizo el intento por cinco ‘kilos’. El defensa zurdo, ex de Villarreal y Getafe, ve con buenos ojos llegar a un club como el Valencia, pero hoy su precio es totalmente prohibitivo.