Francis Coquelin ya trabaja en el césped de la ciudad deportiva de Paterna. Lo hizo por primera vez el jueves bajo la supervisión de los fisios y el cuerpo técnico. Es un paso adelante importante para el francés. Toda una motivación para un futbolista que está viviendo un auténtico calvario este verano por culpa de la rotura en el tendón de Aquiles que se produjo el pasado mes de marzo. El galo comienza a ver la luz al final del túnel. Ya ha puesto la cuenta atrás para su reaparición. Cada vez queda menos.

El mediocentro del Valencia ha iniciado una nueva etapa en su proceso de recuperación con trabajo de campo y eso son palabras mayores tanto a nivel físico como mental. Durante las próximas semanas andará y comenzará a trotar suavemente por el césped de la ciudad deportiva para ir incrementando progresivamente las cargas de trabajo a medida que las sensaciones sean buenas. Y de momento lo son. Hasta ahora andaba y corría en una máquina de gravedad a un 90% de su peso. Una de las preocupaciones de los médicos durante las últimas semanas era que Coquelin no viciara su forma de caminar intentando no forzar su talón.

El futbolista está dispuesto a recortar plazos. Tiene tangas ganas de volver a jugar y no perderse más partidos que está dispuesto a forzar. Sin embargo, el cuerpo técnico no está por la labor. Le están teniendo que frenar. Casi todos los días se encargan de repetirle que se trata de una lesión muy traicionera y vale la pena ir paso a paso para evitar cualquier riesgo de recaída que podría ser a estas alturas altamente peligrosa. Eso no sucederá. Coquelin sigue cumpliendo estrictamente sus plazos y solo se incorporará al grupo cuando esté en plenas garantías y tenga el visto bueno médico.

¿Y cuándo será eso? Si el jugador sigue evolucionando como hasta ahora y respondiendo bien al aumento de cargas de trabajo se espera que el jugador está listo para la segunda quincena de septiembre. Dentro de mes y medio. Una recuperación normal se extendería hasta octubre, pero el sacrificio y el trabajo diario de Francis puede tener recompensa en forma de una o dos semanas. Eso sí, sin forzar el tendón de Aquiles en ningún momento.

Consenso con el medico francés

Los técnicos y el cuerpo médico están muy satisfechos con la actitud del jugador desde el primer momento. Coquelin propuso por voluntad propia visitar a un especialista de su confianza en Francia y el club no tuvo ningún problema en cumplir su voluntad. La cabeza es casi tan importante como el tendón. Coquelin no ha viajado a las estadías de Suiza e Inglaterra para quedarse en las instalaciones del club haciendo trabajado de calidad con todos los recursos a su disposición y la supervisión de un fisio y un recuperador. El jugador se ha convertido en un seguidor habitual de los entrenamientos de sus compañeros. Desde ahora está un poquito más cerca de ellos. De momento, ya pisa el césped como ellos.