Salva Ruiz estuvo casi dos años parado sin jugar ningún partido. Su carrera deportiva corrió serio peligro por culpa de una aplasia medular. Consiguió superar la enfermedad en un ejemplo de superación y volvió a vestirse de corto gracias a su fortaleza mental y el apoyo incondicional de su familia, su novia y sus amigos. Recuperada la persona y el jugador de fútbol tocaba recuperar al futbolista de élite. Parecía casi imposible. Sin embargo, Salva Ruiz lo ha vuelto a hacer. El de Albal se ha convertido con el RCD Mallorca Voló rumbo a la isla hace menos de un año en busca de su mejor versión y la ha encontrado. Ocho de ocho titularidades en la Liga 1|2|3, dos asistencias de gol y el reconocimiento en los onces ideales de la jornada. Está más fuerte físicamente que nunca, su talento está intacto y la vida le ha enseñando tanto durante los últimos años que es un chico maduro a pesar de sus 23.

Salva ganó el partido de su vida y ahora vuelve a ser el prometedor lateral que siempre fue. SUPER tuvo la oportunidad de hablar con él antes del Granada-Mallorca de esta noche en Los Cármenes. Su felicidad es la de todos los que le conocen. «Estoy muy contento en el Mallorca, después de varios años duros me siento muy bien a nivel físico y mentalmente y estoy disfrutando del fútbol. Yo cuando volví a jugar a fútbol después de lo que pasó no me planteaba volver a ser el Salva de antes, volví para dar el máximo y ver cuál podía ser mi nivel llegara a donde llegara. Ahora estoy muy satisfecho por todo ese esfuerzo», decía. Es para estarlo.

Hay fechas que marcarán para siempre la vida de Salva. Como la de aquel 19 de mayo de 2017 cuando Voro le abrió las puertas del primer equipo para entrenar después de la enfermedad. O el 17 de noviembre de 2017 cuando volvió a sentirse futbolista en un amistoso en Alboraia después de dos largos años sin competir. El Valencia le ofreció un año más y le dio la oportunidad de volver a empezar en el Mestalla. Salva demostró jerarquía desde el primer día jugando hasta de lateral derecho y así fue como llegó la llamada del Mallorca de Segunda B en el mercado de invierno. Allí estaba un entrenador de confianza como Vicente Moreno. Su 'vecino' de Massanassa. Salva se lo pensó. No era fácil volver a dejar su casa tan pronto y emprender un reto fuera. Pero sus ganas de ser futbolistas fueron más fuertes. El balón era su motor y su gran motivación en la vida. Apostó fuerte y el fútbol le ha dado la razón. «Cuando me plantearon el año pasado salir al Mallorca era una decisión muy arriesgada, era fuera, tenía poco ritmo, pero lo hablamos, decidimos y con el tiempo ha sido todo un acierto». Sus primeros seis meses no fueron fáciles. Le costó entrar en el equipo, alternaba titularidades y suplencias y sufrió lesiones musculares como consecuencia de su inactividad. «El año pasado fue una especie de transición, la cabeza me decía que quería jugar, pero sabía que iba a ser un año difícil». Lo fue.

El ascenso del Mallorca a Segunda abrió un nuevo escenario. En su contrato había firmada una cláusula por la cual el jugador renovaba de forma automática en caso de ascenso. Salva no desaprovechó el verano y se puso más fuerte que nunca. Se exhibió en pretemporada y se ganó la confianza de Vicente Moreno. El de Albal ha sido titular en las ocho primeras jornadas y esa continuidad es la que le está permitiendo volver a ser el de siempre. «Me preparé fuerte en verano y llegué a la pretemporada muy fuerte. He estado mucho tiempo parado y necesitaba la continuidad que ahora tengo. Lo estoy jugando todo y me estoy encontrando muy bien». Tan bien que dio una asistencia de gol en el 4-1 al Tenerife, ha entrado en el mejor once de la jornada 8 y ha disparado al Mallorca a los puestos de ascenso a Primera. ¡Son sextos! Salva vuelve a ser ese lateral izquierdo que debutó con Pellegrino en 2012 y se hizo un hueco en la primera plantilla de Nuno junto a Tropi. ¿Lo veremos en Primera algún día? «Ahora mismo no pienso en eso, sería muy bonito, ojalá lo consiga con el Mallorca». Como siempre dice: «paso a paso». Es un luchador. En el fútbol y en la vida.

El silencio más sincero para su isla de Mallorca

Salva Ruiz viene de firmar su mejor partido con el Mallorca en la goleada (4-1) al Tenerife, pero no ha sido una semana fácil para Salva Ruiz. Su día a día ha estado marcado por la tragedia que le ha tocado vivir de cerca. El de Albal ha vivido en primera persona el drama de los mallorquines y en especial de los vecinos de Sant Llorenç, el pueblo más afectado por las inundaciones del pasado miércoles que ya se han cobrado la vida de doce personas. En el entrenamiento guardó un minuto de silencio y hoy lo volverá a hacer en el estadio de Los Cármenes.

«Ha sido algo muy duro para la isla, Mallorca está en conmoción porque el dolor es grande. Lo siento por todos ellos, me ha tocado de cerca, también he tenido la posibilidad de comprobar la humanidad y la buena voluntad de todos los mallorquines, se han volcado y es un orgullo», dice Salva Ruiz afectado. El jugador tuvo la suerte de estar en Mallorca ciudad cuando ocurrió todo. Allí apenas llovió en comparación con los más de 220 litros por metro cuadrado de la tromba de agua de Sant Llorenç. «Aquí llovió, pero mucho menos. Por la noche me enteré por las redes sociales, pero realmente no me di cuenta de la magnitud de la catástrofe hasta el día siguiente. Ninguno de mis compañeros se vio afectado, pero sentimos el dolor como nuestro. El otro día en el entrenamiento guardamos un minuto de silencio por las víctimas y en el partido contra el Granada también lo vamos a hacer, todos llevaremos brazaletes negros e intentaremos ganar por todos ellos». Más allá de la tragedia, el partido también será especial para Salva porque vuelve a un estadio de Los Cármenes que le vio crecer en una de sus primeras cesiones. Fue un año complicado sin apenas protagonismo, pero allí aprendió muchas cosas y dejó amigos. Hoy se reencontrará con todos ellos.