No es el único, sin embargo, en el partido con el Girona la mala puntería volvió a manifestarse en Mestalla como uno de los factores dominantes que tienen en crisis al Valencia CF: décimo quinto en la clasificación, con una sola victoria en 11 partidos de Liga. El balance de triunfos más pobre en la historia de la entidad desde 1957. Por entonces, los desperfectos que el 14 de octubre dejó la riada en el estadio obligaron a los Mestre, Buqué, Pasieguito o Mañó a jugar como visitantes, mientras se rehacía Mestalla. El equipo logró ganar su primer partido en aquella Liga, precisamente, en el regreso a casa, un 3-1 al Zaragoza el 12 de diciembre.

Transcurridos 61 años, el panorama no es más alentador. En el fútbol actual, donde el rigor táctico y la fuerza física cobran cada vez mayor peso, la eficacia delante del portero rival es sinónimo de éxito. La capacidad goleadora marca diferencias en la liga española más igualada que se recuerda, torneo de resultados apretados y numerosos empates. En ella, el Valencia CF es el equipo de los 20 que menos goles ha marcado. Después del empate a tres entre el Betis y el Celta en el Villamarín, los de Quique Setién pasan a los de Marcelino.

63% de los disparos al limbo

Los blanquinegros son, tras el Barcelona y el Real Madrid, el tercer equipo que más disparos realiza, una media de diez por partido. No obstante, la precisión en los remates es demasiado baja. Sólo el 37% de los 115 remates del Valencia han encontrado las porterías rivales, por ello, hasta ocho equipos suman más chuts entre palos que los 43 del bloque de Marcelino. El resultado final de solo siete tantos apenas ha servido para ganar a la Real Sociedad en Anoeta (0-1), empatar en casa con Atlético (1-1), Celta (1-1), Barcelona (1-1) y Leganés (1-1) y con el Levante (2-2) a domicilio. Ocho puntos, a los que los tres que dieron los empates sin goles ante Betis, Villarreal y Athletic. Los siete tantos a favor, bagaje paupérrimo, se encuentran a 'años luz' de las cifras de los cuatro que hoy lideran la tabla desde la zona Champions: Barça (31 goles), Sevilla (22), Alavés (15) y Atlético (13).

En lo referente al gol, además, el Valencia ha vivido un cambio radical en apenas un año. A estas alturas, los valencianistas marchaban segundos con 27 puntos, a cuatro del Barcelona, gracias a unos registros que fueron comparados con los de la delantera eléctrica de los años 40. Los blanquinegros habían marcado 30 goles repartidos en diez de las 11 jornadas con goleadas sonadas: 5-0 al Málaga, 3-6 al Betis, 4-0 al Sevilla o 3-0 al Leganés. La media de tantos por partidos rozó los tres (2.7). Ahora ha caído por debajo de uno (0.63). A lo largo de la última década no hay un solo año con un número de goles similar al actual, lo más parecido ocurrió en 1997 cuando Ranieri sustituyó a Valdano en la cuarta jornada. Después de once, el Valencia sumaba únicamente dos victorias y nueve tantos a favor. Ahora los blanquinegros firman el peor arranque goleador en 84 campañas en Primera, por encima de los ocho goles en 11 duelos de la campaña 1969/70.

Escasez también en el juego

De momento, las variaciones experimentadas en la delantera durante el verano -la venta de Zaza, el fichaje de Gameiro y la cesión de Batshuayi- no están dando el resultado esperado. Rodrigo y Guedes, referentes ofensivos del pasado curso, han perdido la inspiración, la frescura y el poder decisivo que ejercieron entonces en un inicio espectacular del Valencia. Sin embargo, los problemas actuales del equipo de Marcelino se expanden más allá de la ineficacia del ataque. El juego no ha fluido como debería en un buen número de partidos y, sin el mismo desborde en las bandas o el juego directo de hace un año, los recursos alternativos han escaseado. Vale como prueba como el Valencia únicamente suma un gol en estrategia, uno solo con la cabeza, ninguno en una acción clara de contragolpe, de libre directo o desde fuera del área.