El Valencia CF. Tener cuatro jugadores fichados -Jorge Sáenz, Manu Vallejo, Salva Ruiz y Jason- a estas alturas no es habitual. «No obedece a ninguna estrategia diferente sino a tener buenos futbolistas... Si no se ha hecho antes es porque no había esos jugadores. Estamos fichando jugadores jóvenes, de calidad, aunque no estén en el primer equipo», justificó Mateu Alemany días atrás quitándole cualquier importancia.

La realidad es que todo esto no es producto de la casualidad. Hay algo detrás. Ni la amenaza latente de una multa de la FIFA por supuestas irregularidades en traspasos de menores ni nada por el estilo, lo que enmarca esta nueva sensibilidad es la voluntad de generar activos, un objetivo contextual a medio camino entre lo deportivo y lo económico y que está incrustado justo en el centro del proyecto, englobando del mercado de fichajes a la Academia. Con una deuda neta superior a los 400 millones de euros, el Valencia CF está abocado a mantener el equilibrio entre vender para respetar los límites del Fair Play Financiero y la exigencia que marca su propia historia, una papeleta difícil y que reclama imaginación a los principales ejecutivos de Mestalla.

Ante esta situación, y con una apuesta decidida por el crecimiento económico a partir del crecimiento deportivo -la clasificación para la Champions es casi una condición de obligado cumplimiento- el club toma como referencia distintos modelos de planificación deportiva inspirándose en Chelsea, Juventus o Atalanta, entre otros. Uno de los primeros mandamientos de este nuevo modus operandi es que no sería un problema tener 40 jugadores en propiedad. Los fichajes de jugadores jóvenes y con una relación potencial-coste difícil de mejorar se van a dar cada año. A los cuatro 'fichados' ahora habrá que sumar a Maksimovic, al que el club va a recomprar por 7,5 millones de euros, conscientes de que su valor de mercado después de mostrar su potencial con continuidad en el Getafe se ha multiplicado. ¿Significa eso que el Valencia CF va a reemplazar a sus figuras con jugadores de ese perfil? Negativo. La idea es hacer fichajes que permitan al club pelear como un grande al mismo tiempo que regenerar la salud económica.

El excedente es positivo

La idea es conformar un engranaje global con una plantilla competitiva -con un bloque de entre 12 y 15 titulares más una mezcla de jóvenes y jugadores preparados para tomar la alternativa- y otros futbolistas con proyección repartidos por el mundo que estarán destinados a dar rendimiento deportivo o económico. Se trata de captar a bajo coste, producir, vender, competir y volver al paso inicial. En ese proceso la venta de futbolistas es un estado natural. Hay que vender -y habrá que vender- pero siempre sin desarmar la plantilla. El Valencia CF, de hecho, afronta esa realidad con tranquilidad y abierto a todo, consciente de que tiene un bloque muy consolidado. El hecho de tener jugadores en proyección poco a poco va a multiplicar las opciones a la hora de vender para ajustarse a los límites del Fair Play Financiero, evitará en la medida de lo posible el desprenderse de jugadores 'franquicia' y va a imprimir una nueva velocidad en la amortización anual de la deuda, una situación con la que están muy concienciados en la cúpula de Mestalla.

Uno de los ejemplos más claros de este tipo de gestión está en el Atalanta, donde trabajó Pablo Longoria. El club de Bergamo es uno de los exponentes más claros de esa mentalidad abierta a todo y anticipa muchas cosas que pueden darse próximamente en Mestalla: está abierto a explotar fórmulas como los procentajes o las copropiedades; proyecta a los canteranos en Serie B y Serie A y los recupera cuando están formados, bien para utilizarlos o bien ara hacer caja; cree en una cartera grande jugadores para hacer caja o quedárselos; pesca en mercados secundarios como Holanda, Bélgica, República Checa, Polonia, Suiza u otras canteras nacionales; está atento a la segunda división...

'Erasmus' para canteranos

El Valencia CF está abierto a repescar jugadores de la casa como Salva Ruiz o Maksimovic, 'baja' a Segunda a por los Vallejo o Sáenz, invierte en cesiones como la de Fran Villalba o Fran VillalbaRacic, donde Mateu anticipó un modelo «vertical y no horizontal», entregado a la formación de futbolistas y no de equipos y con una apuesta por la potencia física. Por ello, Longoria ha hecho varios viajes en los últimos meses para cerrar acuerdos estratégicos con clubes de Suiza, Francia y Bélgica para la promoción de jugadores a partir de la etapa juvenil. La idea es 'endurecerlos' compitiendo en contextos donde haya jugadores físicamente superiores como son los futbolistas de origen africano.