Boubakary Soumaré (20 años, Noisy-le-Sec) ofreció su primer gran partido en Champions ante el Valencia CF. El internacional francés Sub-21 hizo de todo: recuperó, mordió en la presión, fue importante en la construcción, aceleró en conducción y exhibió esa mezcla de físico y técnica que le convierten en un proyecto de centrocampista más que interesante. Junto a Benjamin André, el MVP del partido, Boubakary se cenó a la sala de máquinas valencianista. André fue más que Coquelin en su terreno, Soumaré hizo de Kondogbia y de CoquelinKondogbiaParejo. No fue una sorpresa, al menos, para Pablo Longoria. El que hasta hace unas semanas era el hombre mercado de Mateu Alemany intentó su fichaje... sin éxito. El excazatalentos del Valencia CF trabajó su incorporación. Su agente llegó a viajar aquí, pero no logró un precio de salida ajustado a lo que se podía invertir.

Longoria llegó al Valencia CF con el nombre de Soumaré en la agenda. Lo tenía controlado desde la etapa del jugador en las categorías inferiores del Paris-SG. De hecho, intentó llevarlo a la Juventus. Recién llegado a la ciudad deportiva de Paterna una de sus prioridades era firmar un mediocentro joven y Soumaré volvió a estar sobre la mesa. Francia Sub-19 se enfrentó a España en Benidorm en una Ronda Élite y allí hubo enviado especial. El equipo de Soumaré pudo con el de Ferran. Hubo movimiento, el futbolista no encontraba un rol protagonista, el Lille tenía graves problemas deportivos e institucionales y se pidió precio, pero el club francés disparó alto, consciente del potencial. La temporada pasada, durante la primera mitad, cuando Galtier no le daba minutos de calidad en la rotación entre Thiago Mendes y Xeka e incluso Maia, el Valencia CF volvió a la carga, pero terminó abriéndose paso a partir de abril. Entonces empezó a anticipar el nivel que está dando este curso, fogonazos todavía, pero suficiente para complicar a Renato Sanches. Longoria detectó al diamante, pero se quedó con las ganas.