El Valencia CF de Albert Celades, esa auténtica incógnita, un equipo irregular sobre el que es difícil escribir a priori. Puede salir el que ofreció un fútbol serio y solvente en San Mamés, pero también el de Lille, con su imagen más reciente y desconcertante. Incluso el que es capaz de mostrar caras muy diferentes en un mismo partido, como en el Metropolitano. Así es el Valencia que llega a Pamplona, donde Osasuna lleva sin perder un partido desde el 1 de abril de 2018, 29 partidos y más de 500 días en los que sumó 22 victorias y 7 empates. Una prueba de fuerza para el equipo y su técnico, que cumplirá allí sus primeros diez partidos en el banquillo en plena búsqueda de una identidad más clara, de un once titular más definido y, desde luego, persiguiendo tres puntos que le mantengan pese a todo muy cerca de los puestos de Champions League. La victoria supone seguir en el vagón delantero, el de los equipos que pelean por todo, cualquier otro resultado, dudas y más dudas.

Un partido como el de Francia, seguramente el peor desde que el catalán sustituyó a Marcelino, obliga a buscar alternativas, a cambiar. En el lado positivo pueden aparecer de nuevo hombres como Gayà, Rodrigo y Carlos Soler en el equipo que saltará al césped de El Sadar, son efectivos suficientes para dar otro aire al equipo por su importancia en el juego. «Hasta el siguiente parón jugamos cada tres días y hay que adaptarse a esta situación, vamos a utilizar los máximos recursos posibles, tampoco va a variar de lo que estamos haciendo hasta ahora, pondremos a los jugadores que nos ayuden a sacar los mejores resultados», explica el técnico valencianista.

Aunque va a ser importante también recuperarse de ese golpe que supuso encajar el gol del Lille en el 94, la mentalidad, el aprender de los muchos errores cometidos y la manera de plantear el choque frente a los rojillos. «Sabemos que ante el Lille hicimos un partido flojo, pero hemos hablado de ello y sacamos las conclusiones para preparar el partido de mañana -hoy- de la mejor manera. No fue una derrota, fue un empate y tenemos opciones para seguir. Siempre hablamos, no solo cuando el resultado es negativo, también sacamos conclusiones de los resultados positivos», decía Celades poco antes de viajar hasta Navarra.

Arrasate y Braulio

Nunca ha sido para el Valencia CF una plaza fácil El Sadar. En su última visita tuvo oportunidad de ponerse 2-4 en el marcador a falta de cinco minutos y llevarse con comodidad el partido, pero Parejo erró en el lanzamiento de penalti a cinco minutos del final y Osasuna iba a empatar después en el 92. Un conjunto rojillo que, de la mano de Joseba Arrasate y Braulio Vázquez, es bastante más que ese equipo peleón de otras épocas. Así lo trataba de explicar el técnico catalán del Valencia: «Uno tiene la visión de Osasuna de juego directo, que es un aspecto del juego que lo domina bien, pero también domina otras, quiere el balón, le gusta combinar, llevan un año y medio sin perder y las cosas no pasan porque sí. En su campo han conseguido ganar y empatar contra equipos importantes y sabemos que vamos pasar muchas dificultades porque es un equipo con muchos recursos que lleva una racha fantástica».