Celades está pagando una temporada cargada de lesiones en futbolistas determinantes. Mallorca, Granada, Getafe y Atalanta tienen algo más en común: son equipos de autor, con un sello claro, con entrenadores que llevan un par de años -como mínimo- al frente de sus equipos. Continuidad y tiempo, algo que no ha tenido Celades. Eso también es importante. Después hubo decisiones determinantes en las que el entrenador tiene responsabilidad. Se esperaba al Valencia de Londres, Lille o Ámsterdam, un bloque compacto, cerrado en torno a Jaume Domènech, preparado para resistir y contragolpear. Sin embargo, encontramos un Valencia abierto ante un rival especializado en el intercambio de golpes y en el gol. Resultado: 4-1. El equipo arriesgó y se expuso en exceso. La pareja de centrales quedó en campo abierto, sin referencias que coger -porque Gasperini eliminó a Duván para jugar con dos mediapuntas- y comprometida por la falta de contundencia. Ilicic y el Papu sacaron de zona a Mangala

La sensación de equipo largo y descubierto está apoyada en un dato significativo: el Valencia adelantó líneas... cuando no está preparado para hacerlo. Los de Celades elevaron su centro de gravedad cuatro metros por encima de su media en LaLiga; jugaron en bloque medio en San Siro (53,3 metros), cuando son un equipo de 'baricentro' bajo (48,4 metros). La Atalanta contuvo la línea, incluso descendió un poco el centro de gravedad del bloque respecto a sus valores en Serie A (52,3 habitualmente por 51,4 metros). Diakhaby y Mangala tuvieron que recular muchos metros, sin nadie capaz de anticipar o frenar el ataque rápido local, con un equipo blando para presionar o recuperar. El Valencia hizo el partido a la medida que más le convenía a la Atalanta. Los italianos encontraron metros para alcanzar su ritmo ideal, para coger velocidad, para desplegarse por banda, llegar desde segunda línea o para encontrar disparo, como en el gol de Ilicic. Papu estuvo muy suelto en el sector izquierdo, su zona predilecta. El Valencia estaba advertido. Dejar tiempo y espacio a los de Gasperini es un error.