David Albelda, actual entrenador del Atzeneta de Tercera División, peleará con su equipo por el ascenso a Segunda B aunque discrepa del plan establecido por la RFEF de RFEFLuis Rubiales y decidir qué equipos suben de categoría.

La Real Federación Española de Fútbol decidió que el sistema de promoción a Segunda B desde Tercera se resuelva con el ascenso de un equipo de cada uno de los grupos y que los cuatro equipos de cabeza hasta el parón jueguen unas semifinales -primero contra cuarto y segundo contra tercero- y final en sede única dentro de la comunidad correspondiente, siendo el ganador quien alcance el objetivo.

En declaraciones a EFE, el que fue capitán del Valencia CF argumenta que "según parece jugaremos a partido único con el Alzira y en campo neutral con unas normas difíciles de entender, ya que solo serán 90 minutos, sin prórroga ni penaltis. Si es por seguridad, ¿por qué no jugar 30 más y los penaltis tras haber jugado 90 minutos? El riesgo es prácticamente el mismo. Al ser ellos segundos del grupo, les vale el empate, mientras que nosotros tenemos que salir a ganar desde el principio, es una normativa complicada de entender".

De hecho, cree que si la necesidad es que suba un equipo, ese debería ser el Alcoyano porque "nos ha dado un repaso a todos y ha sido muy superior y ahora se la juega en una situación muy anómala que le puede perjudicar y no creo que sea justo".

Las dudas de David Albelda van más allá del sistema elegido para decidir el ascenso. Asegura desconocer si existe un protocolo con en LaLiga. "En Primera y Segunda van a empezar con la seguridad de si hay un infectado o no y de forma asidua se les controlará. En nuestro caso, ¿vamos a empezar a entrenar en grupos pequeños sin test? El entrenador del Atzeneta asegura que están predispuestos a dar normalidad a la situación pero cree que tiene que haber un protocolo de actuación de la federaciones para tener los menos riesgos posibles.

"Sin controles, puedes tener un asintomático o dos que empiecen a contagiar al resto. Se habla de una pretemporada de un mes en junio y se juega en julio. Primer aspecto, ¿cómo se resuelve que los contratos de jugadores acaban el 30 de junio y deben seguir jugando el mes siguiente? Segundo, ¿quien va a pagar la 'fiesta' de esos sobrecostes que suponen jugar dos meses más como mucho dos partidos? Para los clubes del cuarto para abajo que ya han parado no hay problemas, pero para los cuatros restantes, ¿qué solución dan?", se pregunta.