NUEVO ESTADIO

Prudencia política con el plan de Peter Lim para reanudar las obras del estadio

Ayuntamiento y Generalitat ya solo aguardan hechos por parte de Meriton para reanudar las obras, si quiere renegociar la ATE

Prudencia política con el plan de Peter Lim para reanudar las obras del estadio

Prudencia política con el plan de Peter Lim para reanudar las obras del estadio / SUPERDEPORTE

El presidente del Valencia, Anil Murthy, apura el tiempo preceptivo de cuarentena en un hotel de Singapur antes de reunirse con Peter Lim para abordar la agenda de temas urgentes de los que depende el futuro inmediato del club de Mestalla. Entre todos los asuntos a despachar, la reanudación de las obras del nuevo estadio, paradas desde 2009 y con pocos signos de reactivación durante los siete años de mandato singapurés, será el principal. La posibilidad de buscar una vía de financiación privada, con el aval personal del propio Lim como garantía, se antepondrá al resto de temas, incluido el deportivo, que siempre ha gozado de prioridad absoluto para el empresario asiático.

Las señales de deshielo lanzadas desde Meriton, adelantadas por SUPERDEPORTE, para mostrar una voluntad que permita prorrogar la Actuación Territorial Estratégica que expira en mayo han sido recibidas con cautela por las autoridades políticas. Fuentes de Presidencia consultadas por este periódico indicaban ayer que de momento no se ha recibido una comunicación formal por parte del Valencia y que “solo la voluntad ya no es suficiente” a la hora de renegociar los plazos de la ATE. Es decir, en la reunión prevista a inicios de marzo, entre Murthy y el jefe del Consell Ximo Puig, una audiencia pedida por el propio Valencia, la entidad deberá aportar un plan definido sobre sus intenciones respecto al recinto de Corts Valencianes, con un proyecto detallado en cuanto a plazos, financiación y garantías. Todo a falta de dos meses para que expire el 'deadline'.

Además, desde el Ayuntamiento de València se ha insistido públicamente en los últimos meses en la necesidad de que el Valencia CF muestre una voluntad clara de acabar el estadio, descartando la posibilidad de una prórroga. Así lo ha asegurado reiteradas veces la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez, que ha afirmado que el Nou Mestalla “no puede ser una obra eternamente parada”. “Queremos ayudar pero el Valencia CF debe mostrar una voluntad clara de querer reiniciar obras. La última opción es solicitar la caducidad de la ATE, pero si no hay ningún movimiento no habrá más remedio”, apuntaba en un tuit del mes de noviembre.

Las consecuencias económicas de una suspensión del plan serían muy negativas para el Valencia CF, que se expone a perder hasta 25 millones de euros de las ventajosas condiciones urbanísticas que contempla la ATE, con los 40.000 metros cuadrados de zona comercial en las parcelas del viejo Mestalla. Ante ese riesgo real, Meriton habría abordado in extremis la contingencia una vez que, según fuentes próximas al máximo accionista, se haya concluido que de momento resulta inviable vender los terrenos del actual estadio como fuente de financiación para retomar los trabajos en el Nou Mestalla. De ahí vendría la posibilidad, planteada por el propio Lim, de buscar financiación privada. Con un club sin capacidad de ofrecer garantías, con activos pignorados en la plantilla del primer equipo, derechos de TV, Mestalla o ciudad deportiva, Lim habría ofrecido su aval personal. En el caso de confirmarse, supondría un giro en las señales emitidas por Meriton en los últimos meses, en los que Lim ha mostrado un repliegue en la inversión, con la venta masiva de jugadores, la ausencia de fichajes en propiedad y la renovación de préstamos con vencimientos a corto plazo (Meriton ha manifestado su interés por recuperar en septiembre los 54,5 millones prestados).

Cabe recordar que el convenio de la ATE establecía que entre 2018 y mayo de 2021 el Valencia CF debía acometer la finalización de las obras y la urbanización del entorno del nuevo estadio (espacio comercial y polideportivo público). Un plazo que no podrá cumplir. Como fecha límite en mayo de 2023, se debería derribar el actual estadio. Y la última fase se destinaría, a partir de 2023, para la construcción de los bloques de viviendas.